El cartel de la Semana Santa de Jerez se ha convertido estos últimos días en asunto de debate en la ciudad. Sus autores -Francisco Rovira y David Romero- se muestran satisfechos con la acogida general que ha tenido su trabajo, que a su juicio aporta “una visión diferente de lo que es un cartel al uso porque no aparece ninguna imagen titular de ninguna cofradía”.
En esta ocasión en concreto, los autores han primado el concepto “publicitario”, dejando de lado lo que podría considerarse “una obra estanca”. Precisamente uno de los objetivos que se trazaron cuando asumieron el encargo de la Unión de Hermandades no era otro que el de poner sobre la mesa un cartel que pudiera ser utilizado como reclamo publicitario valiéndose de todo tipo de soportes.
“El cartel tiene muchas lecturas y muchas formas de presentarlo. Queríamos darle un juego publicitario más que el de una obra estanca. Sabemos que la Unión de Hermandades de Jerez suele hacer tarjetas, pegatinas o banderolas utilizando el cartel y por eso hemos hecho una obra que da mucho juego al grafismo y a la publicidad en general”, comentó David Rovira en una entrevista concedida al programa La levantá, de LaFM.
No en vano, “la inspiración del cartel está muy en la línea de las etiquetas de vino de Jerez”, de ahí que no extrañe que los profesionales de Daroal hayan recibido propuestas para trasladar su trabajo a unas etiquetas de vino numeradas.
A la espera de que esas propuestas vayan fructificando, lo que sí es seguro es que hoy mismo podrán verse en Fitur las primeras camisetas con la impresión del cartel. Francisco Rovira y David Romero tienen ya otras propuestas “muy interesantes desde el punto de vista de la publicidad” para explotar la versatilidad de su obra. “Estamos hablando de un cartel que tiene una durabilidad en el tiempo, pero nosotros queríamos que fuera un poco más allá haciendo esta aportación. Vamos a probar...”, insistió Rovira.
No hubo ‘censura’
El taller de Daroal no quería “dejar indiferente a nadie” con su cartel y aprovechó la “total libertad” que le ofreció el Consejo para “apostar fuerte” y “correr el riesgo”. Una vez presentado el cartel se muestran “muy satisfechos” con el resultado, así como con el debate que se ha suscitado alrededor de su obra, que entienden como algo “muy sano”. “Cuando algo se sale de lo normal el debate está servico, eso ya lo sabíamos”. El Consejo pidió que el cartel estuviera dedicado a la Hermandad de la Piedad. “Podíamos haber puesto todo aquello que la gente estaba esperando, pero nosotros decidimos ir al concepto de la época en la que se fundó la hermandad, hacia un cartel más simbólico y que hiciera un homenaje a la ciudad de Jerez. Estamos muy contentos con el resultado”.
