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Sevilla

Sevilla, entre la vida y el sueño

La pintora Isabel Sola presenta su visión de las Fiestas de Primavera de Sevilla en su cartel para 2019

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  • Isabel Sola es la autora del cartel de las Fiestas de Primavera de Sevilla 2019. -

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, ha presentado hoy el cartel de las Fiestas de Primavera 2019, una obra alegórica de la pintora Isabel Sola realizada con tintas acrílicas, óleo y albero que pretende reflejar a través de distintos elementos el anuncio de las diferentes festividades de la ciudad.

El delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, ha presentado este cartel en el transcurso de un acto celebrado en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla que ha estado conducido por el artista Juan Antonio Huguet Pretel y que también ha contado con la presencia, entre otros, del presidente del Consejo de Hermandad y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez.

Durante el acto, el delegado ha destacado “la magnífica obra creada por esta artista que ha realizado un trabajo cargado de simbolismo y de alusiones a las fiestas de la ciudad”. Por su parte, Isabel Sola ha señalado que esta esta obra “es una alegoría a Sevilla en primavera, estableciendo un paralelismo entre la vida y el sueño, reflejado en el paso de la noche al día y en el despertar de las flores que van anunciando las diferentes fiestas de la ciudad, de la Semana Santa, o la Feria, al Rocío y el Corpus Christi, del azahar y la jacaranda a la magnolia”. 

El elemento principal del cartel es una mujer vestida de flamenca sobre cuyo traje se dibuja una vista aérea de la ciudad y que aparece acompañada de un mantón de manila en pleno movimiento. En la obra, el traje de flamenca aparece representado de manera diferente a la tradicional, como símbolo de un vestido regional que se ha transformado a lo largo de los años sin perder su esencia y adaptándose a la moda. Para ello, la artista utiliza como ornamentación la textura generada por el tejido urbano, que trata de representar cómo los ciudadanos van construyendo la ciudad a lo largo del tiempo generando su forma y estructura, como quien borda un motivo ornamental sobre la superficie de la tela. 

Como en una especie de danza de fuego con la noche, el mantón representa cómo Sevilla abre los brazos para volar hacia el futuro, para abrazar la cultura y permitir festejar su presente aprendiendo de su pasado. El lunar genera espacios en los que se representan distintos elementos, como el enrejado de los flecos de un mantón o se presenta el juego con su forma en la noria, el farolillo o la propia luna. La labor de las artes también está presente en el cartel a través de las flores que cobran forma en la orfebrería, en los bordados de mantos o de mantones de manila, en los encajes de mantilla o en las de cera. 

En el cartel aparecen como símbolos la tierra, el agua, el aire y el fuego, con el deseo de mostrar metafóricamente cómo la primavera los transforma en los cuatro elementos de la alquimia de los sueños. La tierra aparece presente de manera real en el albero, que construye la palabra Sevilla o el ruedo de la Real Maestranza, haciendo uso del recurso del arte contemporáneo que sustituye la representación de la realidad objetiva por la propia realidad de este elemento, que da color a la ciudad, en sus parques y jardines o en el Real de la Feria. 

El agua está representada por el río, origen de la vida y de la travesía que permitió completar la primera vuelta al mundo, también presente en la obra. El aire se relaciona con las fragancias de las flores y con el sonido. Se establece la vinculación de Sevilla con la música a través de su propio nombre y su armonía, ya que tiene seis sonidos diferentes como las seis cuerdas de la guitarra que la propia palabra conforma. El fuego representa al espíritu y hace referencia a la Semana Santa, que se muestra velada por la luz, suspendida en el aire por el incienso. Se pueden descubrir los rostros de la Virgen de la Estrella, la Virgen del Valle o la Virgen de los Ángeles, cuya Coronación Canónica se celebrará esta primavera, el Cristo de la Hermandad de los Gitanos, el Cachorro y el Gran Poder. Esta lectura más sutil está relacionada con la dimensión espiritual. La luna de Parasceve se muestra a lo lejos y evoca aquel encuentro en la Catedral de las dos Esperanzas: la Esperanza Macarena y la Esperanza de Triana. Remata el cartel la Giralda, uniendo el día y la noche y el cielo y la tierra bajo la constelación de los fuegos artificiales.  
 

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