San Francisco abrió sus puertas un día más para la salida de un nuevo cortejo, el de Jesús Caído, pero esta vez con la singularidad de hacerlo, como cada Martes Santo, por la puerta de su lateral.
El misterio de la Cofradía marianista salió a la plaza de San Francisco estrenando nueva cartela donde se representa el momento de inspiración del Padre Beato Guillermo José Chaminade ante la Virgen del Pilar para la creación de la Sociedad Marianista. Cabe destacar la reliquia del Beato que acompaña a la Hermandad en su Estación de Penitencia desde el pasado año.
Como novedad, este Martes Santo, la Virgen de Desamparados ha llevado consigo también otra reliquia, en este caso, perteneciente a la Beata Madre Adela, fundadora de la Congregación de Hijas de María Inmaculada, quienes han concedido la pieza. De esta forma, con la presencia de ambos Beatos, que fueron coetáneos en época, la Cofradía ha contado en su cortejo con la presencia de los fundadores de la Hermandad.
Después de varios años juntos, es grande la conexión que existe ya entre los músicos de la Agrupación Musical Virgen de la Oliva y los hermanos cargadores del misterio, lo que da mucho juego durante el recorrido. Así, el Cristo de Jesús Caído, dirigido por José Manuel Asencio, lució su figura y su paso señorial bajando la calle Rosario, haciendo un único cambio en el itinerario con respecto al 2018 al girar por Marqués Valdeíñigo para entrar en la calle San Francisco, en lugar de hacerlo por San Agustín.
Mientras tanto, la Virgen de Desamparados, con su peculiar techo descubierto y dirigida por Juan José Muñoz, le seguía los pasos junto a los 280 penitentes que conformaban su cortejo. Como es habitual, en él se encontraban algunos de los representantes de la Universidad de Cádiz, que estrenaban, además, el soporte para el bastón de mando del rector.
El regreso sigue siendo uno de los puntos fuertes del Señor del Parque, que a pesar de no recogerse en su capilla original, derrocha gaditanismo en cada marcha antes de volver a su templo hasta un próximo Martes Santo.