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El acusado del crimen de San Benito, culpable de asesinato

Los miembros del jurado aceptan la atenuante de intoxicación por drogas que solicitaba la defensa. El juez tendrá ahora que dictar sentencia

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El jurado popular que ha juzgado el’ crimen de las 102 viviendas’ considera al acusado Cristóbal R. R.  culpable de asesinar Ángel M., de 24 años, al asestarle dos puñaladas, una que le partió el corazón en dos y otra más superficial,  en una pelea tras una discusión a plena luz del día y en la calle un domingo al mediodía después de una noche de fiesta juntos. Eran amigos. En el veredicto, según apuntan fuentes del caso, los nueve miembros del jurado aceptan la atenuante de intoxicación por drogas que solicitaba la defensa, ejercida por el letrado Manuel Hortas, si bien descartan que el procesado colaborara con la Policía al no marcharse del lugar de los hechos cuando se produjo el suceso.

Tras retirarse a deliberar el viernes al mediodía, poco más de seis horas después el jurado avisaba de que tenía veredicto de un crimen que se ha juzgado desde el pasado lunes en la Sección Octava de la Audiencia Provincial. Ahora, el juez tendrá que dictar sentencia en base a este veredicto. Tanto la acusación particular, que representa a los padres del fallecido, como la Fiscalía solicitan 20 años de cárcel, la pena máxima contemplada para los delitos de asesinatos en  código penal, mientras que la defensa confía en que las condena pueda moverse en la horquilla entre 12 y 17 años de cárcel para su representado, que lleva desde 2017 en prisión preventiva.

El juicio arrancaba el pasado lunes con la declaración del acusado, que negó  los hechos, así como que llevara un arma blanca encima, tal y como mantienen tanto Fiscalía como la acusación particular. Ambas acusaciones señalan al momento en el que el procesado se volvió a su domicilio antes de la pelea en la calle,  mientras varios amigos lo esperaban en el descansillo. Fue en ese momento, según las acusaciones,cuando cogió el cuchillo de la cocina con el que presuntamente perpetuó el crimen. Por contra, en su relato ante el tribunal, el acusado aseguró que fue el fallecido quien sacó el cuchillo de 20 centímetros de hoja del pantalón  durante el forcejeo, y para defenderse “le agarré las dos manos y desplazó el cuchillo”. Según dijo, “en ningún momento” pensó que Ángel iba a morir”, y no reparó en que sangraba “hasta que me lo quitaron de encima”, pues ambos estaban tirados en el suelo.


Ninguno de los testigos que han declarado han señalado haber visto el momento exacto de la agresión.

En la vista también han testificado vecinos, policías y un amigo del acusado, Samuel,  que se encontraban en el lugar de los hechos, un patio comunitario de las viviendas sociales de San Benito, junto a Jereyssa.Sin embargo, pese al buen número de testigos que había, pues eran las doce del mediodía del domingo, en sus testimonio ninguno ha asegurado haber presenciado el momento exacto de la agresión. Fue el episodio más crítico y que, al parecer, ninguno ha contado, por lo que las acusaciones no descartan que detrás de este silencio haya un deseo de proteger a algunas de las dos partes y que no quieran hablar por ser todos conocidos del acusado y la víctima. Lo que sí ha quedado acreditado a partir de las pruebas forenses y del testimonio del propio acusado es que Cristóbal y Ángel consumieron “gran cantidad” de drogas y alcohol, como reconoció el propio acusado.

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