El Colegio de Médicos de Cádiz ha querido mostrar "su preocupación ante los reiterados episodios de agresiones contra profesionales de la salud que vienen registrándose en la provincia", el más reciente de ellos ocurrido el pasado domingo 7 de julio en el centro de salud La Atalaya de Conil de la Frontera (Cádiz) en el que una médico resultó agredida por una paciente, acto que el Colegio de Médicos "condena y repudia".
En una nota, la institución ha considerado "alarmante" la escalada de agresiones, que en las últimas seis semanas contabiliza al menos cinco actos violentos contra médicos, y ha manifestado "su inquietud
no sólo por esta estadística sino ante la especial virulencia con que se ha ejercido dicha agresividad, con empleo de violencia física y en algún caso de arma blanca contra los profesionales".
Ante esta "preocupante" secuencia de agresiones, que "lejos de reducirse y controlarse continúa en creciente progresión", el Colegio de Médicos ha reclamado que "de forma inmediata y ya de cara a la temporada estival, se refuercen las medidas de seguridad e intervención y los recursos preventivos en los centros y se activen en aquellos en los que aún no se contemplen medidas específicas".
Al mismo tiempo, ha reivindicado que se lleve a cabo un estudio individualizado de los procedimientos de seguridad en cada uno de los centros asistenciales que eleve el nivel de protección de los profesionales que ejercen en estos centros.
De manera simultánea, el Colegio de Médicos ha considerado "básico" que de forma conjunta con las autoridades sanitarias, administraciones, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y demás agentes de salud "se consensúen y pacten actuaciones y se adopten soluciones frente a esta lacra de las agresiones, a la vista del grado, continuidad e intensidad con que se vienen produciendo".
En este sentido, el Colegio de Médicos de Cádiz ha hecho también un "llamamiento a la administración andaluza para que agilice la tramitación de la ley autonómica contra las agresiones" anunciada por la Consejería de Salud. Por último, ha vuelto a recordar a los profesionales "la importancia de que denuncien cualquier hecho violento del que puedan ser víctimas en el ejercicio de su labor asistencial, ya sea en forma de agresión física o verbal".
