Sevilla acoge hasta mañana miércoles el IV Foro de Ciudades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al que “acudirán cerca de noventa asistentes de España y una veintena de países americanos para debatir e intercambiar experiencias en torno al patrimonio”, según la información difundida por el Ayuntamiento.
No queremos un monocultivo turístico que acabe expulsando a los residentesFue en este foro y en presencia de representantes del Gobierno central donde el alcalde hizo explícita ayer su apuesta por una tasa turística que permita hacer del turismo una fuente de financiación para la conservación del patrimonio.
Un patrimonio que va más allá de la “joya de la corona” -Catedral, Alcázar y Giralda-, y que engloba monumentos como la Fábrica de Artillería, las Atarazanas y los jardines históricos “sin los que no se entiende esta ciudad”, enfatizó.
Esta propuesta de contar “claramente” con una tasa turística está abanderada en el Ayuntamiento por el grupo municipal Adelante Sevilla y podría entrar en la negociación de los presupuestos municipales para 2020. No obstante, su inclusión en las cuentas tendría más bien un carácter simbólico, porque para que sea efectiva tiene que haber una autorizacion autonómica o estatal, aclaran fuentes municipales, de ahí la importancia del mensaje del alcalde ante responsables del Gobierno central en funciones, que para incluir esta medida tendría que impulsar una reforma de la Ley de Haciendas Locales.
El Gobierno de Espadas hace incluso cálculos: una tasa de un euro por turista podría insuflar a las arcas municipales alrededor de tres millones.
El alcalde reconoció ante sus homólogos latinoamericanos que el reto de Sevilla es conseguir un “equilibrio” entre el turismo que busca en la ciudad disfrutar de su vasto patrimonio y que ésta no se convierta en un “parque temático”. Equilibrio esencial para “evitar fénomenos de rechazo”. “No queremos un monocultivo turístico que acabe expulsando a los residentes” de las zonas con mayor tirón turístico, reconoció Espadas.
El alcalde, para el que se hace necesario analizar “nuevos mecanismos de protección” del patrimonio y de los entornos urbanos (en clara alusión al auge de los pisos turísticos para los que auguró limitaciones desde el ámbito autonómico), remarcó su compromiso con un centro “bien conservado” gracias a un turismo de “máxima calidad”.
El patrimonio como defensa ante la globalización
La IV edición del Foro de Ciudades del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se centrará en debatir la gestión del patrimonio histórico como “motor” de desarrollo y factor de “fortalecimiento de la identidad cultural” ante el fenómeno de la globalización. La reunión, celebrada con el lema Patrimonio vivo, se prolongará hasta mañana. En la sesión inaugural de ayer, el representante en Europa del grupo de países del BID, Ignacio Corlazzoli, defendió el patrimonio histórico como “factor catalizador” para “fortalecer la identidad cultural”, lo que le llevó a señalar el papel de los monumentos y lugares históricos en modelos turísticos basados en el “desarrollo sostenible” y como elementos inspiradores de “industrias creativas”.
El alcalde Juan Espadas, por su parte, expuso que este encuentro refuerza el “posicionamiento nacional e internacional” de Sevilla. Defendió la idea de retomar los planes de ampliación de la declaración de Patrimonio Mundial de la que gozan desde 1987 el Real Alcázar, el Archivo de Indias y la Catedral y apostó por una “alianza estratégica público privada” respecto al tratamiento del patrimonio histórico de propiedad privada. Según Espadas, es necesario reforzar la gestión del patrimonio histórico para promover “oportunidades de desarrollo” para la población local.
