El candidato a la Presidencia del Gobierno de Vox, Santiago Abascal, abarrotó este miércoles el picadero cubierto de la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre, que se quedó literalmente pequeño para dar cabida a un público verdaderamente entusiasta con su encendido discurso.
El acto congregó a miles de personas, que desde mucho antes de su inicio ya guardaban cola en los alrededores del Recreo de las Cadenas. A las siete de la tarde ya era prácticamente imposible acceder al picadero cubierto de la Real Escuela.
Tanto es así que Abascal tomó el megáfono e improvisó una breve arenga desde la escalinata del palacio a los cientos de seguidores que se habían quedado sin sitio.
En el interior del picadero se encontraba ya José Antonio Morante de la Puebla, cuya presencia fue saludada por los asistentes al grito de “torero, torero”. También se había coreado 'el novio de la muerte' incluso el 'resistiré' del Duo Dinámico.
Santiago Abascal inició su discurso al filo de las ocho de la tarde. “Me falta hoy la montera para poder brindar esta faena”, dijo, agradeciendo la presencia de Morante de la Puebla, a quien consideró un talismán.
El torero sevillano no dudó a la hora de saludar al público sombrero en mano. Después, un público reconocimiento de Abascal de su afición ecuestre que le llevó a afirmar que en ningún otro sitio podía sentirse “más a gusto” que en el picadero de la Real Escuela, para a continuación meterse en arena política con un discurso bastante previsible que tenía como principal objetivo insuflar de moral a sus seguidores.
La suya fue una faena de esas que calientan con facilidad a unos tendidos repletos de partidarios. Si acaso pudo llamar la atención los reiterados guiños que el líder de Vox hizo a los “antiguos votantes” del PSOE aprovechando que, a su juicio, la formación de Pedro Sánchez ha dejado ya de ser “obrera” y “española”. “Hay miles de socialistas que nos miran con curiosidad, con atención y poco a poco, con confianza, porque han encontrado una alternativa patriótica que defiende la unidad de la patria, la igualdad entre todos los españoles y la atención a las personas más débiles; y eso es lo que ya les puede ofrecer el PSOE, que ni es socialista, ni obrero, ni español”, sentenció.
Cataluña centró buena parte del discurso de Abascal, que afeó que el PSC haya “forzado” a Pedro Sánchez a incidir en su apuesta por el federalismo y no dudó a la hora de asegurar que el punto de partida para zanjar este conflicto pasa por la detención de Torra como primer paso hacia la adopción de otras medidas tales como la disolución de la autonomía, de TV3, de los Mossos o la recuperación de competencias como la educación. Huelga decir que este pasaje provocó encendidos aplausos del auditorio.
También hubo espacio para la memoria histórica y la reciente exhumación de los restos de Franco, acusando al Gobierno de haber “desenterrado a un muerto para enfrentar a los españoles”. “A los muertos se les respeta y se les deja en paz, se llamen Francisco Franco o Dolores Ibárruri. A los muertos se les respeta porque esa es una base de la civilización”, dijo.
Para Abascal, “todos los españoles tienen el derecho de admirar a sus abuelos porque lucharon en lo que creían que era lo mejor para sus hijos y sus nietos” y por ello, aseguró que no van a “deslegitimar el abrazo que se dieron nuestros abuelos para que sus hijos y nietos vivieran en paz”.
Vox, el fin de los tabúes políticos
Santiago Abascal presumió en su intervención de que Vox haya logrado abrir debates que antes se encontraban cerrados. “Estamos apelando a cosas básicas”, argumentó el candidato, que a su juicio otros partidos han dejado de lado.
Los españoles antes que los extranjeros
En la intervención de Abascal no faltó un mensaje claro sobre inmigración. Así, reivindicó que los españoles tengan prioridad sobre los extranjeros a la hora de recibir atenciones públicas. “La caridad empieza por uno mismo”, subrayó.