Dándome una vuelta por esas redes del demonio, observo una tendencia que intenta imponer su graznido en medio del maremagnum de voces disonantes y chillonas en el que, desde un cierto tiempo a esta parte, se han convertido. Es la de Votad No.
¿A qué?, se estará preguntando el lector. Pues a una nueva prórroga del Estado de Alarma, algo que el Presidente tendrá que llevar al Congreso en los próximos días. Una propuesta necesaria e imprescindible para poder seguir con el plan de desescalada desarrollado por el Gobierno y que comenzó este pasado sábado.
El Estado de Alarma se establece para delimitar el movimiento de las personas dentro del Estado, para de esa manera combatir el contagio masivo y permitir que nuestro sistema sanitario público no se vea arrasado por un vendaval de enfermos. Un hecho que hemos logrado con el esfuerzo de todos, cediendo parte de nuestra libertad por el bien común.
Los promotores de la idea, por llamar idea a una somera estupidez, tienen todos un mismo sesgo: ser más de derechas que el grifo del agua fría. Aducen, como argumentos, que es una medida unilateral, que coarta las libertades individuales, que se establece para adoptar medidas que no van en contra de la pandemia, que se usa para que Podemos tenga más poder. Una medida tan unilateral que debe ser aprobada en el Congreso de los Diputados, que restringe las libertades individuales con el fin de no colapsar nuestra Seguridad Social, devastada por años de recortes, que se establece justamente para acabar con la pandemia, como demuestran los datos día a día. Lo de que el PSOE adopte esta norma para darle más poder a Podemos se define por si misma.
Pero oye, que voten que no. Ellos tienen un Plan B. Un plan basado en repartir bocatas de calamares en Ifema, poner lazos negros en las banderas y colgarlas a media asta. Un plan diseñado para derrocar a un gobierno legítimamente elegido en las urnas, basado en anteponer la economía a la salud, el rico al pobre, la cañita y el vermouth a las UCIs colapsadas, la CEOE a la OMS, la muerte y el luto a la esperanza y la ayuda a los más desfavorecidos.
Votad No. Cuando volvamos a lo alto de la curva, se os pedirán las mismas responsabilidades que ahora no os quitáis de la boca. Echadle pelotas.
