Una vuelta a la actividad para la hostelería pasada por agua. Con el inicio de la fase 1 esta semana también han regresado a la provincia gaditana las lluvias, dificultando en parte la apertura de las terrazas, sobre todo en la mañana de ayer. Sin embargo, en la tarde del lunes se pudieron ver las ganas de la ciudadanía por recuperar estos espacios, llegando a haber incidencias incluso en algunos locales de la capital gaditana donde los grupos de personas en el exterior de los establecimientos superaron el número permitido. Desde Horeca han tomado medidas informativas esta misma mañana para informar a los empresarios hosteleros cuál es la normativa y cómo deben proceder para respetarla.
La previsión de lluvia para esta semana ha hecho a muchos hosteleros de Cádiz replantearse la idea de abrir sus negocios al público con el inicio de la fase I. Según Antonio de María, presidente de Horeca, el 98,5 % de los empresarios ha decidido mantener sus establecimientos cerrados. De María, ha afirmado que solo “unos 15 establecimientos de los 1.000 que hay aproximadamente” en la capital abrieron sus puertas este lunes. Así, únicamente el 1,5% de los locales se pusieron en funcionamiento para acoger a un gran número de clientes que salieron en busca de una terraza, a pesar de las previsiones. Por ello algunos de los pocos que decidieron abrir el lunes se vieron desbordados ante la asistencia de público. Para ello, De María ha recordado que está prohibido que los consumidores estén en el exterior consumiendo bebidas sin estar sentados.
De hecho, la Policía tuvo que cerrar dos locales, uno de ellos situado en la calle Virgen de la Palma y otro en la plaza de la Cruz Verde, “porque no se respetaban las medidas de seguridad” al haber un exceso de aforo permitido en sus terrazas, según ha confirmado De María.
Por último, el representante de los hosteleros gaditanos ha destacado que la previsión de lluvia para toda la semana ha sido uno de los factores que ha hecho a algunos de los propietarios de los bares y restaurantes de Cádiz mantener cerradas sus puertas. Además, muchos de ellos están estudiando aún la rentabilidad de sacar a sus trabajadores del ERTE y se encuentran a la espera de nuevas informaciones del Gobierno central. Con respecto a las previsiones de cara a la siguiente fase, De María asegura que no existe, ya que en esta situación es imposible adelantarse a los hechos.
