El entrenador de la Juventud Sanluqueña, Víctor Moreno, ha afrontado una temporada atípica. La Segunda Andaluza se suspendió hace más de dos meses por el Estado de Alarma que se decretó en España por la expansión del coronavirus, no sólo en el país sino en el resto del mundo. Las instalaciones también fueron cerradas a cal y canto para evitar que la pandemia causara más estragos.
En la composición de la plantilla hay que ir pensando en el futuroEl máximo responsable de la plantilla rojiblanca no lo ha tenido fácil. Inició la temporada con una sanción de puntos por una alineación indebida originada cuando él no estaba al frente del equipo.
Manifestó que “ya apostaba hace tiempo que estábamos salvados y más porque nos había cogido fuera del descenso. También que no descendía nadie, como ha así ha sido. Particularmente no tenía ganas de seguir afrontando partidos con la cantidad de muertos que se han registrado pero está claro que los clubes siempre han estado pendientes de lo que decidiera la Federación”.
Si continuara en la Juventud Sanluqueña adelanta que “me gustaría rejuvenecer la plantilla porque siempre hay que ir pensando en el futuro”.
Añade que “me siento en deuda con el club porque confió en mí y quiero devolverle el favor tras no finalizar la temporada por todo lo que ha ocurrido. Todo quedó deslucido”.
Víctor Moreno, que ha perdido más de 21 kilos de peso, adelanta que “haría falta fichar un portero, un pivote defensivo y un delantero que haga goles”.