Estados Unidos alcanzó este lunes la cifra de 1.956.499 casos confirmados de COVID-19 y 110.932 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 378.799 casos confirmados y 30.417 fallecidos, una cifra solo por debajo del Reino Unido, Brasil e Italia.
Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 21.877 personas.
A Nueva York le siguen la vecina Nueva Jersey con 164.497 casos confirmados y 12.214 fallecidos, Massachusetts con 103.626 contagios y 7.353 decesos y Pensilvania, que ha reportado 80.339 positivos por coronavirus y 5.953 muertos.
Otros estados con un gran número de fallecidos son Illinois con 5.924, Michigan con 5.895, California con 4.641 o Connecticut, con 4.084.
Pese a ser el séptimo estado en número de fallecidos, California es hoy por hoy el que reporta un mayor número de contagios diarios en todo EE.UU. y es el tercero en casos con 131.484, por detrás de Nueva Jersey.
El balance provisional de fallecidos -110.932- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente, Donald Trump, rebajó esos pronósticos y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para inicios de agosto habrá dejado más de 145.000 muertes en Estados Unidos.