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El yihadista que iba a "explotar" en Manilva se conforma con una pena de dos años y medio

Antes de que comenzara el juicio contra él en la Audiencia Nacional, Mohamed Louarti, de origen marroquí, ha pactado con la Fiscalía aceptar esa condena

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  • El juicio es en la Audiencia Nacional. -

Un presunto yihadista que fue detenido en 2019 tras jurar lealtad al Dáesh y del que se temía que planease hacerse "explotar" en la feria de Manilva (Málaga) se ha conformado este jueves con ser condenado a una pena de dos años y medio por un delito de adoctrinamiento terrorista pasivo.
El fiscal pedía en principio para él 8 años de cárcel por integración terrorista o una pena alternativa de 6 años por adoctrinamiento terrorista o de 4 años por adoctrinamiento pasivo, delito este último por el que se le ha condenado tras rebajarle el fiscal la pena que solicitaba a dos años y medio
Antes de que comenzara el juicio contra él en la Audiencia Nacional, el acusado, Mohamed Louarti, de origen marroquí, ha pactado con la Fiscalía aceptar esa condena a cambio de reconocer los hechos por los que se iba a sentar en el banquillo.

El fiscal pedía en principio para él 8 años de cárcel por integración terrorista o una pena alternativa de 6 años por adoctrinamiento terrorista o de 4 años por adoctrinamiento pasivo, delito este último por el que se le ha condenado tras rebajarle el fiscal la pena que solicitaba a dos años y medio.

Según las conclusiones provisionales del fiscal, el acusado se grabó un vídeo en agosto de 2018 en el recinto ferial de Manilva, donde residía, y en el que decía a su "primo Moshin", al que se lo envió por WhatsApp: "Oye Mohsin, vamos a explotar aquí si Dios quiere". "Por Alá que me reventaré", le comunicó meses después.

A esto se sumaba que el 4 de enero de 2019, hizo público en su perfil de Facebook, "Anwar Andalusí", un juramento de lealtad a Dáesh, "condición que se entiende como paso previo para alcanzar el paraíso a través del martirio", lo que precipitó su detención once días después.

En ese mismo perfil, que abrió tras los atentados yihadistas de Cataluña del 17 de agosto de 2017, hizo varias publicaciones, como una, un día antes de su detención, en la que dijo "amén" a un comentario del perfil llamado Abu Osama El Magrebí.

Éste decía en árabe: "Para nuestro Sheikh Abu Bakr Al Bagadadí, le decimos, tienes en Marruecos un ejército que solamente Dios sabe cuántos son. Moríos los enemigos de Dios".

Según el fiscal, el acusado se dedicaba "sistemáticamente" a buscar contenidos yihadistas y sobre cómo navegar por la internet profunda (deep web) para adquirir armas de fuego tipo Kalashnikov, llegando a interesarse por una carabina de aire comprimido.

Así, entre el 4 de diciembre de 2018 y el 14 de enero de 2019, se dedicó a visionar 36 vídeos publicados por el aparato de propaganda del Dáesh.

"Se trata de vídeos con llamamiento a hacer la yihad violenta ya sea en tierra del Califato, o de no poder desplazarse (...) inducen a la comisión de atentados en Europa, hablan de la necesidad de morir como un mártir para alcanzar el paraíso", señalaba la Fiscalía.

Poco antes de su detención, añadía, se conocía el chat "Mafia de Bandiban", cuyo nombre hace referencia a un barrio de la ciudad de Fnideq (Marruecos) de donde es natural el acusado, y en el que se comunicaba con otros cuatro hombres residentes allí.

En él, llegaron a justificar atentados como el asesinato de dos turistas en Marruecos, defendían la necesidad de pasar desapercibidos en sus estados de residencia para evitar ser descubiertos, y se interesaron por un medicamento que mezclado con hachís provoca sobreexcitación y agresividad, similar a la llamada "droga de los yihadistas o captagón", de cuyo consumo se hacen eco combatientes del Estado Islámico en zona de conflicto. 

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