La Guardia Civil ha abierto una información reservada para investigar la actuación de unos agentes que detuvieron a una mujer en Chiclana de la Frontera (Cádiz) tras darle una patada en el abdomen, un manotazo y hacerle la zancadilla por la espalda para derribarla.
Los hechos, recogidos en un vídeo que se ha difundido en las redes sociales, se produjeron sobre las 14:30 del pasado día 19 en la calle, junto a un bar en el que la mujer, de origen nigeriano y vecina de Chiclana de la Frontera desde hace muchos años, había protagonizado un altercado.
Según han descrito a EFE testigos de lo sucedido la mujer, que padece un trastorno mental, había entrado en el bar, en el que desde hacía tiempo tenía prohibido el acceso porque "siempre la liaba".
Ese día la mujer entró y cuando el dueño del bar le pidió que se marchara ella le dio un golpe en la cara y le tiró el móvil al suelo.
Una vez fuera, arrebató a una anciana el carro de la compra que llevaba y "por poco la tira", para después volver a entrar en el bar y romper varios tarros de cristal, con cuyos restos llegó a herirse.
Los vecinos llamaron a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y al lugar llegó una patrulla de la Guardia Civil.
En el vídeo que se ha difundido en las redes sociales se ve como uno de los agentes le pega una patada en el abdomen y le da un manotazo y, después, su compañero le hace una zancadilla por la espalda y la empuja para derribarla y hacerla caer al suelo.
La mujer, que fue detenida por dos delitos de lesiones leves, al dueño del bar y a la anciana, y otro de desórdenes públicos, fue conducida al hospital de Puerto Real ya que sangraba por los cortes que se había hecho en la mano al derribar los botes de cristal del bar.
La Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar si la actuación de los agentes en las formas de la detención merece algún tipo de responsabilidad, han indicado fuentes del instituto armado.
"Esto no puede quedar impune, todo los agentes de Chiclana conocen a esta mujer y saben que padece un trastorno, en el vídeo se ve cómo los dos guardias se ponen los guantes delante de ella, sin ningún peligro", ha comentado a EFE un vecino de la localidad, mientras que otro que presenció los hechos ocurridos en el bar y en la calle apunta que, dado el estado en el que estaba, "no había forma de reducirla".
