Los 11.187 nuevos contagios de covid-19 identificados este miércoles en Israel representan un nuevo máximo desde el comienzo de la pandemia en medio de una cuarta ola que, sin embargo, se diferencia de las anteriores en que no se ha registrado un aumento significativo en los casos graves.
Con los nuevos casos detectados ayer son más de 90.000 los pacientes activos, de los cuales 666 se encuentran hospitalizados en estado grave.
Esto continúa la tendencia decreciente de la cifra de pacientes hospitalizados, que tras aumentar de forma constante durante un mes y medio, comenzó a descender esta semana tras alcanzar 753 el pasado día domingo.
Una de las cifras preocupantes identificadas ayer es la tasa de positividad, que fue del 7,92%, la más alta de la oleada actual pero aún lejos de los índices de más del 10% registrados en el pico de la tercera ola, en enero de este año.
En paralelo a los contagios, ha aumentado la cifra de vacunados con la tercera dosis de Pfizer, con lo que las autoridades confían en frenar esta cuarta oleada.
Hasta el momento son más de 2,3 millones de personas las que han recibido el refuerzo de la vacuna, en su gran mayoría mayores de 50 años, aunque desde esta semana la nueva dosis está disponible para toda la población de más de 12 años.
Un factor de optimismo en este aspecto es que a medida que el porcentaje de inoculados con la tercera dosis fue aumentando, comenzó a descender la curva de contagios entre los grupos etarios que primero la recibieron.
Por otra parte, estas nuevas cifras coinciden con el comienzo ayer del ciclo escolar, que vio a 2.5 millones de niños volver a las aulas, que funcionan de manera normal en casi todo el país pero exigen a estudiantes, padres y personal de las escuelas presentar certificados de vacunación o pruebas de coronavirus negativas antes de entrar.