Sí, de entrada me gustaría conocer la opinión de los onubenses ante la situación de abandono por la que viene pasando la provincia de Huelva en las dos últimas décadas sobre todo en la implantación del ferrocarril, y al mismo compás, se podría decir, de las comunicaciones en general. Sí, con el libro en la mano ‘Los ferrocarriles en la provincia de Huelva; un recorrido por el pasado’, editado en 2007 por la Iniversidad de Huelva y la Asociación de Amigos del Ferrocarril de la Cuenca Minera de Riotinto, llega a abrumarme de tal forma que no entiendo precisamente el déficit y las deficiencias que concretamente a estas alturas y lamentablemente en estos momentos y desde hace algún tiempo vienen soportando esos trenes que hasta a los niños hacían ilusión en los tiempos de Mari Castaña. Desde que desapareció la línea Huelva-Ayamonte, se empezó a ilusionar con el AVE y el Huelva-Zafra, que ahora mismo se encuentra en obras, “simple y llanamente” para renovar las vías por las que discurre y alguna que otra mejorilla, resulta que este refuerzo está proyectado para la mejora de cara a las mercancías, supongo que, a lo mejor, ante el buen momento por el que atraviesan las explotaciones mineras, aunque lo más sorprendente es que por lo visto todavía no se ha inventado la electricidad…
El libro incluso viene a resaltar, así, como suena, que desde sus orígenes los ferrocarriles han estado siempre en crisis, y la verdad es que la mejor prueba la tenemos ahora mismo, con dudas, impaciencia y desazón sobre la implantación de la Alta Velocidad, y todo ello, nada más y nada menos, que -leo- la provincia de Huelva, con más de 5.000 años de minería -Huelva, Huelva, Huelva- se muestra como una de las zonas metalogenéticas más importantes del mundo. Esta riqueza ha sido explotada desde la remota antigüedad hasta nuestros días, teniendo su época dorada a finales del siglo XIX con las grandes inversiones de capital extranjero. El libro nos sumerge en esta apasionante parte de nuestra historia que nos hizo pasar casi de repente de una vida agrícola a una industrial -caso de Huelva- y nos permitió atisbar los primeros pasos de la globalización económica.
Sí, fue en este momento el gran impulsor de la revolución industrial de Huelva con la implantación de los sistemas de transporte por ferrocarril que con anterioridad se venían realizando a lomos de caballerías. La construcción de más de 1.000 kilómetros de caminos de hierro dio un gran beneficio económico tanto a las compañías explotadoras como a la provincia, permitiendo el transporte de los minerales hasta las salidas naturales por el mar en las rías que rodean a la ciudad, o por el Guadiana y el Guadalquivir. Estos caminos de hierro mineros hoy han casi desaparecido y han formado parte del paisaje onubense más de un siglo y, actualmente perduran con otros fines sociales y culturales que diversas entidades y asociaciones tratan de recuperar y que están haciendo una valiosa labor por preservar el rico patrimonio ferroviario que aun persiste. Sí, ¿tiene alguna explicación que Huelva no disponga, salvo lo existente en Riotinto, de un museo minero, donde, ahora se pretende urbanizar una gran extensión de terreno a pocos kilómetros de la capital, dirección San Juan del Puerto?
La verdad es que, sigo leyendo, esos trenes y locomotoras han sido testigos de hermosas historias. La Universidad de Huelva recoge con profundidad en el libro la gran satisfacción por la publicación de una parte importante de la provincia de Huelva. ¡Ah! y como ejemplo reciente, la desaparición de la línea Huelva-Ayamonte, o frontera con Portugal, donde los planes de infraestructuras PDIA y PEIT ya habían previsto para la provincia de Huelva la llegada del AVE a su capital, para su posterior unión a la red de Alta Velocidad lusa a través de Ayamonte -línea Huelva-Faro-, pero, se dice en el libro, el ansiado TAV no termina de llegar a la capital onubense. Además, se habla más del corredor Sevilla-Faro, y, “por tanto, lo de esta denominación es significativo”.
Sí, además, curiosamente, el libro subraya que “desde hace años s tienen en cuenta un inminente funcionamiento -¡ja, ja, ja!- de la línea AVE Huelva- Sevilla. Hasta la fecha -el libro data de 2007-, el Ministerio de Fomento, así llamado entonces, has remitido al de Medio Ambiente el Estudio Informativo, que comprende un trazado de casi 100 kilómetros (¿). La línea, sigo leyendo y riendo, será prácticamente paralela a la actual, con una variante a la altura de Valencina de la Concepción en Sevilla, donde se reduce el recorrido para dirigirse en línea recta – variante Norte de La Palma del Condado. BUENO, y para terminar, el libro certificaba entonces -año 2007- que la finalización de esta obra se preveía para el año 2010,y, sin embargo, las “últimas noticias hablan del 2013”.¡Ah! y ligado al anterior proyecto está la construcción de la línea internacional Faro-Huelva… y cuya finalización se preveía para el 2010, y sin embargo las “últimas noticias”, ¿qué menos hubiésemos deseado y no seguir esperando como seguimos a mediados de 2025? ¡Ah! y tomen nota, que este magno proyecto, que salvaría ferroviariamente el factor frontera y que cuenta con la prioridad de la Unión Europea, y por lo que inicialmente es necesario contar con el acuerdo mutuo temporal de ambos gobiernos. ¡Tu, ru, ru!