En la jornada de este miércoles comenzaron los trabajos de demolición de los inmuebles ruinosos y fuera de ordenación que bordean al antiguo claustro del Toril y a la iglesia de Consolación. El alcalde, Marino Aguilera y la edil de Urbanismo, Obras y Servicios, Mercedes Flores, visitaron la zona en compañía de otros miembros del equipo de gobierno.
Para Flores
“se trata de un día muy importante y esperado, son los pasos previos para desarrollar esta unidad de ejecución UE-4 Consolación, con la que estamos apostando por la dinamización e impulso del casco antiguo de Alcalá. Esta zona en concreto se ha dejado en olvido durante décadas y dejado morir hasta presentar el estado de ruina y deterioro en el que hoy se encuentra”.
Tras los trabajos de demolición, que ejecuta la empresa Excavaciones Gutiérrez Nieto, se continuará con la toma de datos geométricos de la parcela que determinen la superficie real de la misma y el estudio de un georradar, necesario para poder realizar el Plan Especial de Reforma Interior (PEPRI) y el consiguiente proyecto de reparcelación y urbanización.
“Mientras tanto, el Ayuntamiento va a habilitar el solar como aparcamiento, como ya ha hecho en varios puntos del casco histórico: en la calle Las Monjas, y en la calle Real, primero con el solar ubicado frente a Casa Pineda y próximamente con el solar contiguo a este edificio municipal, que hace unas semanas empezó también a derribarse”, apunta la edil.
La zona en la que empezó a actuarse tiene entrada al tráfico por la calle Guardia Castellano y, una vez concluidos los trabajos, tendrá igualmente acceso peatonal por la calle Santo Domingo de Silos. La parcela está determinada por las medianeras de otros edificios, encontrándose incrustada en la trama urbana y con un contorno irregular, dada la indefinición de los límites de la intervención y la existencia de multitud de muros medianeros. La superficie a demoler es de unos 2.565 m2, si bien, la total contemplada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) como UE-4 Consolación, y que podrá disfrutarse una vez concluya la intervención, es 4.333 m2.
La edil de Obras destaca
“el pésimo estado de conservación, en condiciones totalmente insalubres, con presencia de ratas y restos de animales, así como humedades generalizadas, hundimientos de cubiertas y estructuras generalizado, prácticamente la totalidad de los edificios están en ruina técnica y ninguno se encuentra habitado”.
Flores aclara que
“el Ayuntamiento no ha comprado los terrenos donde se está demoliendo” y agradece la implicación de los técnicos municipales con el proyecto y la colaboración de las familias propietarias
“que han cedido sus terrenos de forma anticipada vía convenio para que se puedan iniciarse estos trabajos y cuyos aprovechamientos urbanísticos serán compensados una vez esté hecha la reparcelación”.