Castillo de Locubín ha faltado, durante estos días, al que es, sin duda, uno de los mayores escaparates turísticos a nivel internacional. Desde el jueves, 18 de enero, y hasta este domingo, día 22, la localidad ha estado presente en la 43ª edición de la Feria Internacional de Turismo que se celebra en el reciento de Ifema, en Madrid, que ha contado con más de 750 expositores por los que han pasado unos 200.000 visitantes.
“A través de videos, folletos y cartelería, a lo largo de estas cuatro intensas jornadas, Castillo de Locubín ha estado dando a conocer los principales atractivos con los que cuenta nuestro municipio. En concreto, en esta edición, desde la localidad queremos promocionar la denominada
Ruta de los Sentidos, que pretende conquistar al visitante a través del disfrute sensorial. Una experiencia en la que la gastronomía, la naturaleza, la cultura y el patrimonio constituyen partes esenciales”, ha señalado el alcalde, Cristóbal Rodríguez. El primer edil ha destacado que el objetivo esencial es poner en valor el potencial turístico con que cuenta la localidad, especialmente en el segmento de turismo de naturaleza.
En esta Ruta de los Sentidos se engloban, a su vez, la
Ruta del Gusto, en la que el paladar podrá deleitarse con sabores distintos y sugerentes para cada estación del año. Los restaurantes y tiendas de la localidad brindan los mejores productos de temporada, las excelentes frutas y hortalizas regadas con las remansadas aguas del San Juan, excelencia de la tierra que los cargueros han llevado siempre dentro y fuera de Castillo. El carnoso dulzor de la cereza a finales de la primavera; las delicias hortelanas en el verano; las nueces, membrillos, caquis o granadas en otoño o el supremo aceite de oliva en invierno, sin olvidar los roscos, rosquetas y mantas castilleras para cualquier época del año.
En la
Ruta del Tacto, el visitante tendrá ocasión de transportarse al pasado tocando con sus manos algunos de los vestigios que nos ha legado la historia. Son numerosos los atractivos que ofrece el término en este sentido, y que van desde las numerosas atalayas hasta ejemplos de arquitectura religiosa como la iglesia de San Pedro Apóstol y su torre del reloj. El genio creador y la expresividad artística de Pablo Rueda sorprenderán también al turista en el museo que, desde septiembre de 2018, reúne buena parte de la obra del gran ceramista en El Pósito. La magia con que plasma en los materiales su espíritu transgresor y su aura reivindicativa y vanguardista bien merecen una visita a Castillo.
La fascinación con que los colores puros de la naturaleza baña la retina es la baza esencial con la que juega la
Ruta de la Vista. Se trata aquí de disfrutar con los campos ocres del otoño, con los verdes y blancos que alternan en los almendros y los cerezos en flor en la primavera. Contemplar los cielos nocturnos, se singular nitidez, algo que solo es posible encontrar en una Reserva Starlight como es la Sierra Sur de Jaén, es también un motivo para la visita. En cualquier caso, encontramos aquí panorámicas espectaculares como las que ofrecen los horizontes desde la Sierra de Ahíllos, La Camuña, La Sierrezuela o la Sierra de San Pedro, hasta encontrar el valle que se despeña hacia el fecundo curso del río.
En la
Ruta del Olfato, el senderista se encontrará con los olores del monte y la ribera. La naturaleza nos envuelve aquí con los aromas de la sierra, y quedamos prendados por el romero y el tomillo, la lavanda y la mejorana, el laurel y el espino, la hierbabuena y el hinojo, el orégano y la menta.
Finalmente, la
Ruta del Oído sigue los cauces del agua que nos regala esta tierra fluvial y generosa. En una época en que los recursos hídricos son cada vez más escasos, el Río San Juan es signo de identidad y columna verde del solar castillero, remanso de frescor que lo mismo busca el visitante de fin de semana como el pescador que disfruta lanzando la caña para gozar de una sabrosa trucha.
A todo ello se suman otros itinerarios ya conocidos, como la Ruta de las Fuentes, la Ruta de las Atalayas o la Ruta del Agua, destinos ideales para practicar deporte en la naturaleza a través de la vía ferrata del Nacimiento del Río San Juan o visitar el enclave de Cabeza Baja en Encina Hermosa. “Todo un abanico de posibilidades para disfrutar de una riqueza paisajística, patrimonial, gastronómica y cultural de la que estar orgullosos”, ha concluido el alcalde, Cristóbal Rodríguez.