Del 25 al 27 de abril, Mairena del Aljarafe vivió una nueva edición del Mairena Market Fest, consolidado ya como una de las grandes citas del calendario de ocio familiar en la provincia. En su cuarta edición, el evento volvió a celebrarse en la Plaza de las Naciones, junto a la boca de metro de Ciudad Expo, un emplazamiento que resultó clave para garantizar una gran afluencia de público sin generar aglomeraciones. La cercanía al transporte público fue uno de los aspectos mejor valorados por los asistentes, ya que facilitó el acceso cómodo y directo desde distintos puntos del Aljarafe y Sevilla capital.
En cuanto al ambiente general del evento, predominó una atmósfera distendida, familiar y abierta, con especial protagonismo de las madres con niños pequeños y grupos de familias que disfrutaban del fin de semana al aire libre. Uno de los espacios más concurridos fue la zona de conciertos, donde se vivió una animación constante. La música en directo generó un ambiente agradable durante toda la jornada, sirviendo como telón de fondo para las diferentes actividades y favoreciendo la permanencia del público.
También fue muy notable la zona central del recinto, ocupada por numerosas mesitas y mesas altas, que se convirtieron en puntos de encuentro y convivencia. Muchos de los asistentes destacaron el valor de compartir mesa con desconocidos, lo que propició momentos de conversación y conexión entre vecinos, tanto de Mairena como de otros municipios. La iluminación cálida, instalada especialmente para la noche, reforzó esa sensación de cercanía y confort, convirtiendo el recinto en un lugar atractivo también cuando caía el sol.
Respecto a las propuestas para los más pequeños, el evento ofreció un espacio específico con actividades infantiles. Uno de los grandes atractivos fue la zona de Scalextric gigante, donde numerosos chavales se entretenían corriendo sus coches por los circuitos. También se habilitaron mesas de juegos infantiles, que aunque no pudieron verse en pleno funcionamiento en algunos momentos, daban a entender que incluían actividades como pintura o manualidades, muy enfocadas al público infantil.
El área de mercado también tuvo su espacio destacado. Entre los puestos instalados, se encontraban algunos dedicados a la venta de avalorios, otros a ropa de segunda mano, y otros más orientados a la feria, con productos como mantones y complementos flamencos. Esta combinación de oferta artesanal y moda contribuyó a dotar al festival de una dimensión más amplia, atractiva tanto para adultos como para quienes buscaban productos singulares o ligados a la tradición local.
En lo gastronómico, el Mairena Market Fest mantuvo su apuesta por el street food con una oferta variada y adaptada a todos los gustos. Algunos puestos contaban con la clásica carretilla de estilo food truck, mientras que otros adoptaban un formato más sencillo, tipo puestecillo. Entre las opciones disponibles se encontraban pizzas cocinadas al momento, perritos calientes, hamburguesas, tapas, y otros platos populares, haciendo del recinto un auténtico recorrido por diferentes estilos culinarios. Además, el evento incluyó la presencia de máquinas arcade, un guiño nostálgico que atrajo tanto a niños como a adultos.
A lo largo del recinto, se podía percibir una organización cuidada, diseñada para facilitar el tránsito y la convivencia. La distribución del espacio, el equilibrio entre zonas de actividad y descanso, y la disposición del escenario principal contribuyeron a una experiencia cómoda y bien estructurada.
En definitiva, la cuarta edición del Mairena Market Fest volvió a ser una celebración del ocio en familia, del encuentro entre generaciones y de la vida al aire libre. La combinación de buena música, propuestas gastronómicas de calidad, actividades para los más pequeños y un entorno acogedor hicieron de este evento una cita destacada para quienes buscan disfrutar de un fin de semana completo en un solo lugar. La experiencia de compartir mesa, disfrutar con los niños, pasear por el mercado y escuchar música en directo confirmó, un año más, que este festival es ya parte esencial de la identidad cultural y social de Mairena del Aljarafe.
