Asaja prevé una reducción del 35 por ciento en la cosecha de cereal, centrada por el momento en cebada y avena en la provincia de Almería, conforme a los primeros trabajos de siega para la recolección que se ha iniciado en la comarca de Los Vélez (Almería), en una campaña que se ha visto afectada por la sequía y el incremento de los costes de producción.
Aunque la recolección del trigo aún no se ha iniciado, los primeros cálculos de la organización agraria apuntan en la misma línea a una "reducción significativa", toda vez que es "importante destacar un descenso de entorno al cinco por ciento en la superficie de cereales continuando con la tendencia de los últimos años".
Según ha explicado Asaja en una nota, la superficie total sembrada de cereales contempla 8.400 hectáreas de cebada, 3.200 hectáreas de trigo y 3.000 hectáreas de avena. Además, desde esta zona donde se concentra el grueso de la producción almeriense, destacan que la reducción ha sido notable en el peso específico del grano elevándose consigo el porcentaje de granos fallidos.
"Podemos apreciar en las espigas como hay una disminución considerable del grano y sobre todo en su volumen, es bastante más pequeño que en condiciones normales", ha explicado la presidenta de Asaja en Almería, Adoración Blanque.
La organización agraria ha señalado las circunstancias meteorológicas entre las causas del descenso en la producción. Concretamente, la falta de agua en los meses de otoño e invierno, las heladas y la calima, seguida de las altas temperaturas alcanzadas, han sido las causantes de esta situación.
De hecho, el calor registrado a finales de la primavera "ha limitado la maduración definitiva del grano, que en función del ciclo en el que se hallaban, se han visto más o menos afectados". En este sentido, y aunque el nivel de aseguramiento de este sector es alto, el "malestar" de los cerealistas viene dado por el "limitado rendimiento máximo asegurable que se permite en muchas zonas productoras".
En lo que respecta a los costes, este prominente incremento mantiene con cierta incertidumbre a los agricultores a la hora de hacer frente a la campaña; que ha estado marcada por un "desorbitado aumento" de los costes de producción, que en el caso del gasóleo ha sido del 50 por ciento, los fertilizantes un 54 por ciento o las semillas un 30 por ciento, según sus cálculos.
"A pesar de que el cereal cotiza prácticamente el doble en los mercados que hace un año, para los agricultores se constata como una mala campaña", han determinado en función de los costes y condiciones de la producción.