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Almería

Un jurado juzgará al acusado de matar a un hombre encontrado en un vertedero ilegal

Con signos evidentes de violencia en las proximidades de su casa de Santa María del Águila, en El Ejido

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  • Audiencia Provincial de Almería. -

Un tribunal con jurado será el encargado de juzgar a J.A.M.C., el hombre acusado de acabar con la vida de Francisco López Sánchez, de 83 años, cuyo cuerpo fue hallado sin vida hace un año en un vertedero ilegal con signos evidentes de violencia en las proximidades de su casa de Santa María del Águila, en El Ejido (Almería).

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de El Ejido aún instruye la causa por un presunto delito de homicidio conformen a las primeras diligencias encaminadas al esclarecimiento de los hechos a la espera de obtener todos los informes solicitados para completar la investigación, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.

El cuerpo del hombre fue hallado el 21 de diciembre del pasado año junto a una de las vías que unen el núcleo urbano de Almerimar y el paraje conocido como Tierras de Almería, si bien su desaparición se había denunciado 18 días antes a través de la asociación SOS Desaparecidos, por la que se pidió colaboración para encontrarlo a raíz de la demanda de sus hijas.

Según los primeros indicios, la muerte del hombre, que habría tenido lugar en su casa, se habría producido por un desacuerdo en la compraventa de un vehículo entre la víctima, que mostraba un traumatismo en la cabeza, y el detenido, quien a su vez era un vecino y conocido suyo.

El cuerpo del anciano fue hallado con evidentes signos de violencia en una escombrera ubicada en el paraje de Las Chozas, ya que fue golpeado en la zona frontal superior izquierda del cráneo con un objeto indeterminado, de modo que dichas lesiones le habrían producido la muerte, conforme apuntaba el informe de autopsia preliminar.

La Policía Nacional consideró "fundamental" la intervención del laboratorio de ADN de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental para resolver el crimen, ya que pudo analizar los vestigios hallados en el lugar donde se encontró el cuerpo.

En concreto, fueron los restos hallados en las uñas y la ropa de la víctima lo que facilitó la investigación, conforme a las pesquisas recopiladas a través del estudio realizado por la Policía Nacional, que permitieron relacionar el perfil genético encontrado en la hebilla del cinturón y la chaqueta del fallecido con el acusado.

Este indicio se volvió "sumamente revelador", especialmente por el arañazo que el investigado presentaba en las horas posteriores a la desaparición de Francisco, conforme recoge la resolución de ingreso en prisión del acusado.

En este sentido, un informe médico forense señalaba la posible relación causal del arañazo con una probable defensa de la víctima, cuyo cuerpo podría haber sido "trasladado" hasta el lugar en el fue encontrado, a más de seis kilómetros de su casa, "arrastrándolo por la zona del cinturón y la chaqueta".

El origen del enfrentamiento, según determinaron los investigadores, residiría en una desavenencia entre la víctima y el detenido por la compraventa de un vehículo de segunda mano. De las pesquisas policiales se desprende que la víctima y J.A.M.C. mantenían una relación comercial por la que el anciano le entregó a 2.000 euros para que le gestionase, como intermediario, la compra de un vehículo Hyundai Coupé.

No obstante, una posterior compraventa del vehículo, que vendría motivada por el cambio de opinión del comprador, hizo que el investigado le reclamara a la víctima otra comisión justamente el mismo día de su desaparición que, por otra parte, coincide con el momento de la desaparición y de la muerte, según señala la autopsia. De la declaración judicial del investigado, además, se extrae que la víctima "tuvo pérdidas por importe de 1.300 euros en un solo mes".

A estos indicios se añaden el testimonio del hijo del investigado, quien dijo haber visto a su padre el día 2 de diciembre --día de la desaparición-- con una "persona muy mayor, de poco pelo y complexión gruesa", lo que encaja con la descripción de Francisco. Todo ello a pesar de que el sospechoso aseguró que no había estado con la víctima en presencia de su hijo.

Así, el sospechoso habría sido "la última persona en ver" a la víctima, aunque este asegurara que lo había dejado en el lugar en el que lo recogió ese día en torno a las 19,40 horas. La correlación en los posicionamientos telefónicos del investigado y la víctima también apuntaban al contacto entre ambos.

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