El vicepresidente de la Junta de Andalucía y coordinador de Cs en Andalucía, Juan Marín, ha señalado este lunes a los máximos dirigentes de PSOE, PP y Vox, Pedro Sánchez, Pablo Casado y Santiago Abascal, como autores de una operación para arrinconar a su partido en la dispuesta por el espacio de centro.
"Todos sabemos que Sánchez, Casado y Abascal intentan que Ciudadanos no tenga espacio en el centro liberal", ha afirmado Marín dentro de lo que ha descrito como "las aspiraciones de la Moncloa".
En una entrevista con la Cadena Cope, recogida por Europa Press, Marín ha sostenido, en el marco de la filtración del audio de su intervención ante su grupo parlamentario en la que calificó de "estúpido" la aprobación de un Presupuesto con recortes, que "hay una mano negra que intenta que esta formación desaparezca".
El vicepresidente de la Junta ha situado esa estrategia del resto de formaciones políticas, incluida la dirección nacional de su socio de gobierno en Andalucía, por el hecho de que "es incómodo un proyecto político que hemos sido capaces de construir Juanma Moreno y yo" y considerar en este sentido que "nos ha costado mucho". "Lo que he tenido que sufrir", ha apostillado.
"Ahí estamos demostrando lo que hemos sido capaces de hacer", ha sostenido Marín sobre los réditos del entendimiento de PP y Cs en el Gobierno andaluz y considerar sobre la percepción exterior de ese trabajo que "desde Despeñaperros para arriba la gente vive en otro mundo".
Ante la posibilidad de la formación de listas conjuntas de PP y Cs para las elecciones andaluzas y la discrepancia de la dirección nacional de los populares con esa posibilidad, Marín ha sostenido que "este Gobierno de PP y Cs, de Juanma Moreno y Juan Marín, le sienta bien a Andalucía" y con esa premisa ha señalado que el objetivo es que "aspiramos a que sea de mayoría absoluta" en una próxima convocatoria electoral, y se ha mostrado convencido de que "entiendo que Juanma Moreno también quiere explorar ir en listas conjuntas" para alcanzar esa mayoría absoluta que "permitiera despegar Andalucía otros cuatro años y no sufrir los bloqueos que estamos sufriendo", en referencia a la coincidencia en votaciones de PSOE y Vox en el Parlamento autonómico.
Con la pretensión de "poner los intereses de los andaluces por delante de las siglas de mi formación política", el vicepresidente andaluz ha señalado que "Juanma Moreno y yo lo tenemos muy claro" sobre esa visión compartida y trasladar que esa posición le ha traído al presidente de la Junta "muchos disgustos en el PP nacional" mientras que ha estimado que "está haciendo lo correcto" y que en su caso igualmente "tampoco he sido comprendido".
Sobre la fecha de la celebración de las elecciones andaluzas, que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha enmarcado entre dos posibles escenarios, junio u octubre, Marín ha trasladado que "el calendario es después del verano de 2022, no nos hemos movido ni un ápice" y se ha mostrado "seguro" de que antes de que Moreno elija la fecha "lo va a hablar conmigo".
La amenaza de Vox para las expectativas electorales de Cs en Andalucía la ha minizado Marín al considerar que "confieso que Vox no me preocupa lo más mínimo" y limitar su influencia a que "condiciona aritméticamente" para apelar entonces a que "hay otras opciones" y poner como ejemplo de que la retirada de su apoyo al Gobierno de PP y Cs en la aprobación del Presupuesto no evita que haya otros éxitos parlamentarios como que esta semana la Ley de financiación de las Entidades Locales Autónomas "se va a aprobar con PSOE y Unidas Podemos".
"Todo no se ha aprobado con Vox", ha afirmado Marín, quien ha reconocido, que "es cierto que han aprobado tres Presupuestos", para recordar, tras la última visita a Andalucía del dirigente nacional de Vox Javier Ortega Smith "amenazando a Moreno que ya está usted en su casa", que "se equivocan, están muy subiditos de tono" y considerar que frente a los augurios de crecimiento de Vox en las urnas que "los andaluces valoran el cambio profundo de Andalucía", así como que "le va infinitamente mejor a los andaluces que en 2018".
Con el convencimiento de que "tendrá su valoración cuando llegue el momento del voto", Marín ha calificado el ejercicio de la política como "una carrera de resistencia, no es un sprint", de la que ha hecho partícipe al Gobierno andaluz tras esgrimir su "resistencia desde que empezó con 47 años, llevamos tres añitos, nos quedan siete u ocho meses de gestión y los andaluces han aprendido que otra fórmula era posible".