Las organizaciones agrarias ya han comenzado a valorar los daños en las campañas agrícolas. Así, según los cálculos de los técnicos de la organización agraria Asaja, el temporal ha provocado la pérdida de unas cien mil toneladas de aceituna, de las 233.000 que están pendientes de recoger en la provincia de Granada.
Esto supondrá que dejarán de producirse unas 24.000 toneladas de aceite, valoradas en 45 millones de euros, según ha informado la organización agraria en un comunicado, en el que indica que todas las comarcas se han visto "gravemente afectadas" aunque el temporal ha tenido "mayor incidencia" en los Montes Orientales.
Si se cumplen las previsiones, la cosecha final de aceite podría verse reducida en esta campaña a 56.000 toneladas, frente a una cosecha esperada de 80.000 toneladas, por lo que se perdería el 30% del total.
Además, los agricultores han augurado que la aceituna que queda por recoger "perderá calidad y generará sobrecostes", porque han explicado que habrá que emplear más medios mecánicos y trabajo, de manera que aunque suba el precio del aceite, mermará la rentabilidad de las explotaciones.
En la Vega de Granada calculan que se han visto afectadas alrededor de 500 hectáreas de hortícolas al aire libre, fundamentalmente alcachofas, ajos, cebollas, forrajes y espárrago, "cultivos plurianuales que permanecen en la tierra varios años sin necesidad de replantarse y se van a malograr con las precipitaciones torrenciales acaecidas".
Asaja ha mostrado especialmente su preocupación por el espárrago, un cultivo "capital" para la provincia por el valor de su producción, de alrededor de 27.000 millones de euros al año, y por los miles de jornales que genera, ha argumentado.
En la Costa principalmente los cultivos afectados han sido el tomate y el pepino, que han resultado "malogrados casi por completo".
Además, los agricultores han manifestado su incertidumbre respecto a la próxima campaña de cereal, ya que "el exceso de agua ha lavado todos los abonos que se aplicaron en la siembra con el consiguiente escape de nutrientes, y la humedad puede conducir a la podredumbre de las raíces", explican.
El agua ha "arrasado" asimismo "gran parte" de las infraestructuras rurales, como caminos, acequias, corrales o vallados, que requieren una reparación "urgente" para que la actividad agraria y ganadera no se vea "paralizada".
En cuanto a los seguros agrarios, Asaja ha señalado que "sirven de poco" en estos casos, porque denuncia que la asignación de rendimientos por parte de Enesa, entidad estatal de seguros agrarios, "no se corresponde generalmente con las producciones reales y el agricultor no queda cubierto por los riesgos que pretende asegurar".
En este sentido, la organización apunta que "tendría que darse como mínimo un siniestro total para que el seguro se haga cargo" y que una merma considerable en la producción real "queda sin cubrir porque no se reconoce tal producción".
Por su parte, la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa de Huelva (Freshuelva) calcula que los daños que ha originado el temporal en los cultivos de fresa y frambuesa han supuesto unas pérdidas económicas que rondan los 60 millones de euros.
Así lo ha apuntado a Efe el presidente de Freshuelva, Alberto Garrocho, quien ha precisado que desde la asociación se está trabajando en concretar con exactitud cuáles han sido esos daños que han afectado a los cultivos tempranos de ambos frutos, en torno a un 45 por ciento en la fresa y un 55 por ciento en la frambuesa.
A los daños en los frutos hay que sumar los registrados en las infraestructuras, un 30 por ciento de las cuales se han visto afectadas por el fuerte viento y las lluvias.
Freshuelva confía en que la climatología cambie en los próximos días, los frutos no sufran más daños y lo que resta de cosecha pueda salvarse.