El juez de Familia 7, en un auto al que ha tenido acceso Efe, dice que son "incomprensibles" los "obstáculos" que pone la madre del menor, que en virtud del reparto de las vacaciones escolares debe llevarlo en la madrugada del Viernes Santo a la iglesia donde saldrá de paje.
La madre, por conducto de su abogado, puso como condición para que su hijo salga en la procesión conocer previamente los estatutos de la cofradía, horario del recorrido, vestuario del niño, comida que recibirá y persona responsable de su "integridad".
Fuentes del caso explicaron a Efe que el abuelo paterno del niño acudió con él ante el juez de Familia, que recoge en su auto que para el menor la procesión es una actividad "sumamente importante y trascendente, y para la que durante todo el año se prepara con ilusión y entusiasmo".
Por ello, afirma el juez que "resulta incomprensible que cualquiera de sus progenitores siempre ponga obstáculos a lo que constituye su inequívoco y evidente deseo, que ha expresado sin paliativos".
Por ello, el magistrado Francisco Serrano afirma que no hay "justificación alguna" a la "preocupación excesiva" que demuestra la madre, que solo tiene como precedente a la mujer que denunció que su ex esposo llevaba a su hijo a correr los sanfermines de Pamplona.
"La peligrosidad moral o física de la salida procesional, sinceramente, no admite parangón con el antecedente expuesto", afirma Serrano.
Por ello, el juez hace valer el interés supremo del menor para, sin necesidad de escuchar a la madre, prorrogar un día y medio la estancia del niño con su padre, hasta las 11 horas del viernes 2 de abril, cuando ya habrá terminado la procesión en la que participará.
El posible daño de retrasar el regreso con la madre "no resulta comparable con el perjuicio que supondría, ante el riesgo real de que, estando con la madre, el niño no cumpla su deseo", sostiene el auto.
La madre del niño, una semana antes de la procesión prevista, exigió ser informada de la cofradía en la que iba a salir su hijo, sus estatutos, "en particular si se hace exclusión del acceso de mujeres, órganos de Gobierno y cuantas mujeres ocupan cargos", así como saber si ella podría acceder a la iglesia para "custodiar" al menor.
Los "descansos, con su frecuencia y duración, la vigilancia y custodia del menor en dichos descansos" y "los responsables de su integridad física y moral" son otros tanto aspectos que la madre deseaba conocer.
El abogado del padre, Joaquín Moeckel, explicó a Efe que el niño es hermano de la cofradía desde mucho antes del divorcio de sus progenitores y que la madre conoce los horarios de salida y llegada porque el año pasado participó en la procesión.
Sobre los estatutos, en su respuesta indicó que pueden consultarse en el Palacio Arzobispal de Sevilla, donde están depositados, dijo que los horarios se pueden ver en cualquier programa de mano y que la presencia o no de mujeres en la Junta de Gobierno no tiene importancia para el caso.
El juez lamenta que los divorciados pongan sus conflictos sobre sus hijos
El juez Francisco Serrano lamentó ayer que los padres divorciados pongan "sus conflictos irracionales sobre los intereses de sus hijos". Serrano explicó a Efe que nada más escuchar el martes del propio niño de 12 años su voluntad "sin paliativos" de salir en procesión, dictó el auto que ha ordenado ampliar en un día y medio la estancia con su padre, ante los "incomprensibles obstáculos" que pone la madre para llevarlo a la iglesia.
"La Justicia, para serlo, debe ser rápida y efectiva, y hay casos que no admiten demora", explicó Serrano, quien añadió que su resolución no habría tenido ningún sentido si hubiese sido dictada el Lunes de Pascua.
El juez de Familia de Sevilla lamentó que este caso es "evidente" que algunos progenitores "ponen sus propios conflictos y enfrentamientos irracionales por encima de sus hijos".
Antes que el interés de los menores, estas personas actúan movidas por su "visceralidad y resentimiento", según el juez.