Y es que la Universidad, aunque joven, nada tiene que envidiar a la de otras ciudades y ahora con Medicina, la de Jaén se convierte en una Universidad de primera.
Todo Jaén ha de felicitarse pues la Universidad está cada vez más cerca de la capital, pero también de la provincia, y la implantación de la titulación beneficiará a estudiantes jienenses de toda la geografía, pero también al sistema sanitario andaluz, con futuros profesionales que relevarán a una plantilla que envejece y no tenía cantera. Ahora la tendrá y serán ‘autóctonos’.
Después de preguntas diarias al rector sobre el estudio de viabilidad del Grado de Medicina, la presentación de la documentación, las reacciones de políticos y profesionales sobre los pasos dados, como periodista, ha sido una de las informaciones que más satisfacción me han provocado.
Esto nos hace reflexionar sobre que Jaén puede conseguir lo que se proponga. Sólo hay que trabajar y creer que ya no es la gran olvidada. Ahora hay que luchar por la Ciudad Sanitaria, después de años defendiendo que ésta y la Facultad de Medicina deben ir de la mano. Es un reclamo de profesionales de la Sanidad y de toda la ciudad, pues ambos se enfrentan a una atención dispersa, que acabaría con la tan necesaria Ciudad Sanitaria.
A una ciudad la hace su gente, pero también sus infraestructuras, y con ambas, Jaén iría un paso por delante.
