La iglesia de San Marcos se encuentra ya abierta fuera de los horarios habituales del culto para atender la demanda de turistas y demás visitantes. Se trata del segundo templo de la ciudad, tras el de San Miguel, que se suma a la iniciativa puesta en marcha por la Diócesis de Asidonia-Jerez.

En principio, San Marcos se abre a los visitantes en general de lunes a viernes, entre las 11.00 y las 13.00 horas, siendo el acceso totalmente gratuito. Los visitantes contarán con voluntarios que actuán a modo de guías y que están dispuestos a explicarles todos los detalles históricos y artísticos del templo. Se trata de un equipo integrado por ocho voluntarios con “nivel universitario” y “bastante preparado”, según ha asegurado el propio párroco de los Cuatro Evangelistas, Antonio López.

Aunque se han reservado esas horas del día para este tipo de visitas, cualquier grupo que quiera conocer el templo en otro momento podrá hacerlo siempre y cuando previamente se ponga en contacto con la parroquia y la disponibilidad de los voluntarios permita encontrar otra franja horaria para esa visita.

La apertura de San Marcos permite empezar a completar la primera ruta turística en la que trabajan Ayuntamiento y Obispado, que parte de la Alameda Cristina para continuar por el templo del evangelista, San Dionisio, la Catedral y San Miguel. La iglesia de San Marcos se antoja especialmente interesante no sólo por su valor artístico, sino por su interés histórico. No hay que olvidar que el templo parte de una de las seis parroquias fundadas en el siglo XIII en la zona intramuros al efectuarse el Repartimiento por el rey castellano Alfonso X El Sabio tras la reconquista definitiva de esta plaza en 1264, junto a San Lucas, San Mateo, San Juan de los Caballeros, San Dionisio y el Salvador (Catedral).

La construcción de la fábrica actual puede fecharse hacia mediados del siglo XIV, como evidencia el estilo de su ábside poligonal y la portada mudéjar del lado del Evangelio, lo más antiguo de la obra según algunos autores. El templo tiene un especial vínculo con la historia de la ciudad, ya que fue en este edificio donde se celebraron las juntas presididas por el Duque de Medina Sidonia que pusieron fin a los conflictos de la nobleza jerezana.