El Molino de Mareas del Río Arillo pertenece al Dominio Marítimo Terrestre y por eso, es la Demarcación de Costas la que debe hacerse cargo de su titularidad. Así lo ha dictado en una sentencia el Tribunal Superior de Justicia, que le quita la propiedad por tanto al Ayuntamiento de Cádiz.
Hay que recordar que la histórica construcción situada junto a la CA-33, fue expropiada por el Ayuntamiento de Cádiz debido al mal estado de conservación en que se encontraba, por lo que su supervivencia estaba en riesgo.
Esta sentencia del TSJ contradice la de los juzgados de Cádiz, que en el momento de la expropiación dieron la razón al Consistorio, y ahora, los servicios jurídicos del Ayuntamiento gaditano están estudiando la viabilidad de presentar un nuevo recurso para anular esta sentencia ante el Tribunal Constitucional.
El equipo de Gobierno gaditano asegura no entender, no sólo la sentencia en sí, sino la motivación de Costas a la hora de presentar el recurso para reclamar nuevamente la titularidad del Molino, en especial porque en septiembre del pasado año, la propia Demarcación de Costas reclamó al Ayuntamiento que efectuará en el molino diversas obras de seguridad, “reconociendo que es el titular del mismo”, dijo la alcaldesa de Cádiz.
La expropiación se produjo antes de que se aprobara el deslinde de Dominio Marítimo Terrestre, por lo que el TSJ “nos ha dicho que la expropiación estaba bien hecha”, asegura la alcaldesa, “pero como ahora se considera que está dentro de esa zona, la sentencia es en contra nuestra”. Además, desde el Ayuntamiento se quejan de que el recurso de la Demarcación de Costas se hizo fuera de plazo y aún así se admitió.
La principal preocupación del equipo de Gobierno gaditano es que los anteriores propietarios del molino, Unión Salinera, tienen la opción de reclamar una concesión sobre el mismo que Costas tendría que darle.
Para Teófila Martínez esto sería un sinsentido, puesto que la edificación volvería a quedar en manos del mismo propietario que antes no se había preocupado por su mantenimiento.
A raíz de este hecho, desde el Ayuntamiento cunde la preocupación por el mantenimiento de los monumentos y edificios que quedan dentro de la zona de Dominio Marítimo Terrestre, como puede ser el caso de las murallas de Cortadura o el castillo de San Sebastián, ya que el Consistorio pierde cualquier opción de reclamar que se hagan obras de conservación o mejora sobre cualquiera de estos elementos.
Por otro lado, la alcaldesa recordó que “hace cuatro años que Costas dice que está haciendo el proyecto de rehabilitación del edificio”, mientras que aún no se ha realizado ninguna actuación.
Este viejo molino de mareas, hoy sin uso, data del siglo XVIII y está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.