Discutió con él después de que el padre encañonara a su madre con dos escopetas
La defensa del joven acusado de matar a su padre a puñaladas en la madrugada del 1 de enero de 2008 en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), alegó ayer que lo hizo en “legítima defensa”, durante la primera jornada del juicio con jurado popular que comenzó ayer en la Audiencia Provincial.
Durante su declaración, A. D. P, para quien la Fiscalía solicita ocho años de cárcel, relató cómo apuñaló dos veces a su padre cuando éste intentaba clavarle un cuchillo jamonero, durante un enfrentamiento que se desencadenó cuando el fallecido, A. D. G, de 57 años, encañonó con dos escopetas a su esposa y amenazó con matarla.
Según el relato de los hechos de la defensa, que pide la absolución, tras la cena de Nochevieja de 2007 el padre, que ya se había retirado a su dormitorio, decidió salir al jardín de la casa con tres escopetas para disparar “porque no soportaba los petardos que estaban tirando los vecinos”.
A pesar de las peticiones de sus familiares, el fallecido, que sufría trastorno bipolar y había dejado de tomar parte de su medicación por decisión propia el verano anterior, no accedió a volver a la cama, por lo que se produjeron momentos de tensión entre él y su mujer.
Según su declaración, al escuchar ruidos en el salón, el hijo acudió y encontró a su padre encañonando a su madre con dos escopetas y afirmando que “la iba a matar”, por lo que él cogió la tercera escopeta y consiguió que el hombre le siguiera hasta la cocina.
Una vez allí, al verse encañonado por su padre, A. D. P. realizó dos disparos, que hirieron a aquel en la mano y el costado, tras lo cual el joven apartó las armas, momento en el que el padre sacó una navaja de su bolsillo y dijo que “iba a matar a todos”, por lo que el hijo cogió un cuchillo jamonero. Se produjo entonces un forcejeo que terminó con la muerte del progenitor.