El líder norcoreano, Kim Jong-un, ya se encuentra de regreso en su país tras una visita de una semana a Rusia, según reportó la agencia estatal de noticias KCNA, que consideró que el viaje del mariscal "abrió una nueva página" en lo que respecta a los lazos bilaterales.
El tren blindado de Kim atravesó la frontera por el único paso terrestre que une ambos países vecinos y alcanzó la estación del río Tumen, situada en el extremo noreste y la primera que hay al otro lado de la divisoria con Rusia, en la mañana (hora local) del lunes, según KCNA.
"Mediante su visita a la Federación de Rusia, el respetado camarada Kim Jong-un fortaleció aún más la camaradería y los vínculos amistosos con el presidente ruso Putin y el Gobierno y pueblo de Rusia y abrió un nuevo capítulo en el desarrollo de las relaciones entre la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) y Rusia", indica el breve texto.
Este viaje, que ha tenido a Kim en Rusia durante siete días, ha sido el más largo realizado hasta la fecha por el líder norcoreano desde que accedió al poder hace ya más de una década.
Kim y el presidente ruso, Vladímir Putin, celebraron una cumbre en el cosmódromo de Vostochni, en la región de Amur, y aunque los detalles no se han hecho públicos, Putin aseguró tras el encuentro que hay espacio para la cooperación militar y espacial entre los dos países.
Según adelantaron la semana pasada medios como The New York Times, citando fuentes de inteligencia de EE.UU., Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú en Ucrania con "millones" de misiles antitanque y munición para artillería, mientras que Pionyang recibiría a cambio, además de ayuda alimentaria, tecnología satelital o de submarinos de propulsión nuclear.
Seúl, Tokio o Washington han advertido que un acuerdo así supondría una violación de las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU que pesan sobre Pionyang y que tendrá consecuencias para ambos países.
Por el momento Moscú, según informaron medios rusos, solo han admitido haber obsequiado a Pionyang varios drones kamikaze y uno de vigilancia, un gesto que técnicamente también violaría más de una de las disposiciones incluidas en los nueve paquetes de sanciones impuestos hasta la fecha sobre el régimen norcoreano por sus pruebas nucleares y de misiles.