Recomiendan a los padres comprar sin la presencia de los niños y concienciarlos en casa de la situación económica.
Aunque pueda parecer lo contrario, los que peor llevan la proximidad de la vuelta al cole no son los niños ni los adolescentes, son lo padres, o mejor dicho la cartera. Es fácil observar que en tiempos de crisis todos los gastos son un dolor de cabeza para las familias, pero es que la vuelta el cole se convierte en migraña permanente durante el mes que dura la campaña para comprar el uniforme, los libros y el material escolar.
Las posibilidades de ahorro de los padres son mínimas si se tiene en cuenta que son los centros escolares los que marcan de manera clara e inflexible cuál es el material escolar que se debe comprar. A pesar de las recomendaciones de la Unión de Consumidores que aconsejan a los padres no comprar marcas y no dejarse llevar por los caprichos del niño, los progenitores no pueden más que atenerse a la lista que le han dado en el centro escolar, en la que viene detallados cuáles son los materiales que tienen que comprar, y en algunos casos la marca de los mismos.
Según la Unión de Consumidores las marcas blancas pueden abaratar el coste final hasta en un 30 por ciento, lo que supondría un recorte de presupuesto significativo para todos los padres. Aún así, y a pesar de las recomendaciones, las familias isleñas se suelen gastar una media de 150 euros por cada niño. En este presupuesto se incluyen los libros de texto y el material, en el que cada padre se gasta unos 30 ó 40 euros mínimo.
Es por esto por lo que muchos establecimientos han decidido lanzar campañas de ahorro que permitan a todos los bolsillos de La Isla hacerse con el material necesario para el inicio del curso. En grandes superficies se permite el pago en tres meses sin intereses, tanto de libros de textos como en material escolar y también la posibilidad de aplazar el pago hasta el 30 de noviembre.
Otra iniciativa que está teniendo mucho éxito entre los consumidores es la compra de packs ahorro que permiten disminuir bastante el gasto. De esta manera se pueden adquirir packs que contengan cuadernos, lápices, gomas y bolígrafos a un precio menor que si se compraran por separado.
Los establecimientos son conscientes de que se trata de un gasto inevitable que no se puede dejar de lado a pesar de la crisis, por lo que para muchos el lanzar campañas que faciliten la compra es una manera de ayudar a todas las familias isleñas que aun en crisis “se tienen que rascar el bolsillo” en septiembre.
Cada vez antes Los vecinos de La Isla no quieren ni sufrir las colas ni esperar a último momento, es por esto por lo que cada vez se producen las reservas de libros con mayor antelación. Este año las reservas comenzaron en el mes de junio y se han ido potenciando de manera evidente en los meses de julio y principios de agosto. Esto se debe según los encargados de establecimientos especializados a que la gente no quiere esperar colas y prefieren ir con tiempo porque quieren que les atiendan bien y con calma.
Esta costumbre está arraigando cada vez más en los isleños y en algunos casos las reservas de verano están rozando cifras bastante elevadas. Además, muchos padres afirman que es mejor ir con tiempo porque tienes más donde elegir y más tiempo para comparar precios y no comprar sin opciones. Muchos padres denuncian que las listas de materiales salen demasiado tarde y que una vez están publicadas por el colegio es más difícil acudir a papelerías o centros comerciales a comprar tranquilidad.
Mentalizar a los niños en casa para controlar el gasto La mayoría de los padres se lamentan de que cuando llega la época de vuelta al cole supone un desembolso notable en la economía familiar y que no todos pueden permitirse de igual manera. Muchos padres afirman que entre uniforme, material escolar y libros cada niño supone un coste de 200 euros mínimos. Todo ello supone un esfuerzo que no todos los padres se pueden permitir y que para muchos es más un quebradero de cabeza que otra cosa.
El material escolar y a pesar de las ayudas de las administraciones en los libros, es el principal foco de gastos para las familias isleñas que tienen que comparar precios y acudir a varios establecimientos antes de comprar. Además, muchos padres denuncian que algunos colegios son demasiado exigentes con el tema del material y que eligen hasta las marcas que deben comprar los padres lo que hace mucho más difícil el elegir la opción más barata.
Otro problema bastante notable para los padres son los materiales escolares de marca. En casi todos los establecimientos se pueden ver mochilas del popular dibujo animado Bob Esponja o de la serie adolescente Patito Feo. Este hecho provoca que cuando los padres acuden al centro comercial o a la papelería para comprar el material necesario el precio de una mochila pueda verse incrementado de 10 euros en marca blanca a 35 euros en una de marca.
Es por esto por lo que la Unión de Consumidores de Andalucía ha aconsejado a los padres a que no acudan a comprar acompañado de los menores y que si lo hacen mantengan una conversación en casa en la que le expliquen que no pueden comprar productos de marca. La Unión de Consumidores ha recalcado también que no se debe negociar con el niño en la tienda, ya que ahí es donde el menor tiene todas las de ganar y finalmente el padre hará un desembolso de dinero mucho mayor del previsto. No en vano los productos más vendidos hasta el momento están siendo las mochilas y cartucheras de Bob Esponja, Hello Kitty Gormiti, Dora la Exploradora y Patito Feo.
Es debido a la adquisición de este tipo de productos a lo que se debe principalmente el incremento del gasto familiar en material escolar. Muchos padres afirman que septiembre es un mes fatídico en lo que a gastos se refiere, ya que al ya nombrado material escolar hay que sumarle los gastos de la ropa nueva para clase o el uniforme escolar y la adquisición de los libros de texto. Es por ello por lo que muchos se acogen a las ofertas y a los pagos aplazados que le hacen la compra más asequible.