El aforo del Teatro Darymelia se llenó y el público que asistió fue testigo de un concierto desenfadado, que comenzó con una parte seria y terminó con una transformación total de los músicos y los asistentes, que participaron en todo momento de la actuación.
Los valls y polcas sonaron en las tablas del Darymelia, pero también hubo lugar para el humor. El director de la Banda anunció la llegada de una soprano rusa a la que llamaron Blandaescoba Nosecalla y que resultó ser uno de los miembros de la Coral, para sorpresa del público. Además, Juan Antonio García anunció, hasta en tres ocasiones, la interpretación de uno de los temas, para después acabar sin tocarlos, continuando así con el tono de broma.