La implacable temporada recién estrenada tiene mucha tela que cortar todavía. Queda un mundo, que se suele decir, pero para llegar al puerto, las embarcaciones tienen que desplegar las velas desde el primer día. Los protagonistas de La Juventud de este próximo domingo son dos de los candidatos a estar arriba en la tabla y sus inicios han sido iguales, en cuanto a puntos, pero desiguales respecto a la forma de lograrlos. Bien es cierto que al Real Jaén le jugó una mala pasada el fango en el que se ha convertido el césped de La Victoria, pero también es de reseñar que la hierba estaba igual para ambos rivales. El Mancha Real, por su parte, se trajo un punto de Martos después de dar una imagen de seguridad, de juego y de equilibrio, algo que ha demostrado durante la pretemporada, donde se ha metido en la final de la Copa RFAF y se ha clasificado para disputar la Copa Federación, donde los de Aybar pueden conseguir uno de los cuatro billetes para alcanzar la próxima edición de la Copa del Rey, que tanto se recuerda en La Juventud.
Los datos recientes no dejan de ser datos, porque los partidos hay que jugarlos, pero el duelo en La Juventud tiene todavía una espina clavada en un Real Jaén que el curso pasado vio como le volaba el triunfo cuando cabalgaba a la caza del Juventud Torremolinos. Quizás en eso tenga el grueso de la plantilla, que estuvo en aquel envite, la dosis necesaria para tomarse el partido como vendetta, aunque también está presente ese primer empate de la temporada en casa ante u recién ascendido como el Mijas y que concluyó con una pitada al cuerpo técnico y a los jugadores cuando el colegiado señaló el final del encuentro. Esa es la presión que tiene el Real Jaén al que solo se vale ser campeón para no tener que afrontar otro play off como las dos últimas temporadas. Esa presión no la ha generado la afición, sino que esa piel del oso que se ha vendido antes de cazarlo, como expresó Roberto Peragón después del partido contra el Mijas, la ha sacado a la palestra el propio club. Eso significa que son las únicas directrices que hay para abordar el ascenso y que para eso hay que pasar por otras 33 jornadas más y que la misma segunda jornada comienza a ser una prueba de fuego. Pero, para el Real Jaén deben de serlo todas.
El Atlético Mancha Real de Aybar tiene otro tono diferente. Difiere en el juego del curso pasado bastante y tiene más punch incluso. Conocedor de la presión en la que se ha metido el Real Jaén, quiere aprovechar esa ansiedad para sumar su primer triunfo en casa, donde el año pasado no demostró su mejor versión. Este derbi provincial tiene matices donde los verdes quieren agarrarse para incluso sobrepasar a los blancos en la tabla. Las dudas del partido ante el Mijas son un punto de partida para los de La Juventud, pero también el juego que han demostrado en la pretemporada que les ha llevado a la Copa Federación. Tiene credibilidad y permiso para ser temido el Mancha Real, algo que entre la afición del Real Jaén se sabe y se percibe hasta un ambiente enrarecido por el hecho de que otro pinchazo podría ser insoportable cuando en la siguiente jornada hay que volver a jugar lejos de casa.
Dos salidas a domicilio del Real Jaén que van a permitir que se trate el césped, que se siga remozando el estadio en su aspecto hasta con un videomarcador nuevo y que el futuro desde el 29 de septiembre pueda ser otro al que dejó el poso de un primer partido de Liga en casa donde esos pitos que se escucharon pudieron sonar para alguno a un ambiente hostil. Lo que no fueron desde luego fue un concierto de pitos, aunque eso podría darse en otro terreno si el Real Jaén naufraga y esta vez no sería por el fango de La Victoria.
