Cerca de 800 menores migrantes, la practica totalidad de ellos marroquíes, a excepción de pocos casos de argelinos o subsaharianos, han entrado ilegalmente en Ceuta desde principios de año después de conseguir bordear a nado la escasa distancia que separa las costas marroquíes de las españolas.
Según los datos aportados a EFE por el Gobierno ceutí, este año han ingresado en los centros de acogida 798 menores, lo que supone 583 más que en el mismo periodo de 2023 cuando lo hicieron 215 niños, un 271 % más.
Los últimos ingresos se produjeron este jueves cuando otros seis menores, entre ellos una joven de 16 años, lograron acceder a la ciudad a nado.
Al llegar a la costa ceutí la joven indicó que había realizado la travesía con una amiga, de su misma edad y natural de Castillejos (Marruecos), pero que la perdió de vista durante la travesía, sin que la Guardia Civil ni la Gendarmería marroquí tengan constancia de su situación.
En agosto accedieron hasta 318 menores, en septiembre la cifra descendió a 33 mientras que en lo que va de octubre se ha producido la entrada de seis niños.
Ceuta acoge este viernes a 451 menores, lo que supone una sobreocupación del 412 % y supone, según el Gobierno ceutí, seis menores por cada 1.000 habitantes y multiplica casi por 25 el número de menores por cada 1.000 habitantes a nivel nacional.
La cifra de menores acogidos se ha reducido en unos 50 niños, principalmente porque muchos de ellos han abandonado el centro al cumplir la mayoría de edad y otro pequeño grupo ha sido trasladado a Andalucía.
La mayoría de los menores están acogidos en la zona de Piniers -situada junto a la frontera- y en una nave del polígono industrial del Tarajal, llamada 'Nueva Esperanza', gestionados ambos centros por la empresa Samu.
