Llegaron a pedir hasta 17 años para uno de los acusados
La Audiencia de Sevilla ha decretado hoy la libertad inmediata de los cuatro acusados de asaltar el cuartel de la Guardia Civil de Los Montecillos en la localidad sevillana de Dos Hermanas, tras pactar penas inferiores a los 30 meses de cárcel.
El juicio no ha llegado a celebrarse en la Audiencia de Sevilla porque el Fiscal y la acusación particular han rebajado sensiblemente sus peticiones, en las que al principio pedían hasta 17 años de cárcel para uno de los acusados.
Los procesados son un padre y sus tres hijos, acusados de las lesiones causadas a dos agentes durante el asalto ocurrido el 10 de octubre de 2009, hechos por los que cumplían prisión desde entonces.
Las acusaciones han aplicado a todos los procesados la atenuante de reparación del daño, pues han pagado la totalidad de las indemnizaciones, y a dos de ellos la de drogadicción, han informado a Efe fuentes judiciales.
Según el acuerdo alcanzado, los acusados son condenados por un delito de atentado, otro de lesiones con utilización de medios peligrosos y otro de desórdenes públicos.
La acusación retiró un delito de homicidio en tentativa por la puñalada que recibió uno de los lesionados, han añadido las fuentes.
La principal condena es para M.H.R., a quien han impuesto 21 meses de cárcel por atentado, tres meses por lesiones y seis meses por desórdenes.
A sus restantes familiares han correspondido 16 meses por el primer delito, dos meses por las lesiones y seis por desordenes públicos.
Los acusados J.H.G., de 50 años, y sus hijos P.H.R., M.H.R. y J.H.R. cometieron presuntamente la agresión cuando un grupo de vecinos de una barriada colindante comenzó a tirar piedras contra el cuartel de la Guardia Civil.
Cuatro o cinco agentes salieron para intentar disuadir a los agresores y, cuando regresaban hacia las instalaciones, uno de los guardias se rezagó y fue golpeado con un palo en la cabeza y otro agente fue apuñalado en la mano.
Los dos guardias lesionados quedaron hospitalizados y uno de ellos fue operado para colocarle placas en la mano y el tobillo, mientras que su compañero sufrió un traumatismo craneoencefálico derivado del golpe con un palo, además de laceraciones en las manos y abdomen.