La
procesión de Clausura del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular será un evento de una “
envergadura única e imprevisible en cuanto al público”, según ha apuntado el delegado de Fiestas Mayores,
Manuel Alés, asegurando que, sin precedentes previos, están
barajando una afluencia de público de “tres Domingos de Ramos y sin dispersión, todo en el mismo sitio”, pudiéndose duplicar la población de Sevilla y que llegara al
millón y medio de personas, con un c
oste estimado de tres millones de euros.
Alés, en una entrevista en el magazine
Las Siete de 7TV, ha apuntado que tanto el Congreso como la procesión coinciden además con el periodo prenavideño, que la ciudad estrena este sábado 30 de noviembre, por lo que el
esfuerzo de los servicios públicos “va a ser inédito y único”, ya que “jamás” ha habido un recorrido oficial en el que van a convivir las sillas con su disfrute a pie, lo que supone un esfuerzo “extra” para el Cecop, para todas las administraciones y para las hermandades.
El delegado ha recordado que no se trata sólo de la
Policía Local y la Nacional, sino también la búsqueda de
bolsas de aparcamientos, vallados, de movilidad antes, durante y después de la procesión Magna, además del tránsito habitual, un
dispositivo especial de Lipasam que incluye el servicio para retirada de cera de cara por las fechas prenavideñas, de
Parques y Jardines, Protección Civil y el servicio específico sanitario que se va a montar.
“Es de una envergadura única e imprevisible de público”, apuntaba, recordando que ya se han
desbordado todas las previsiones en cuanto a autobuses y turismos que van a llegar, sin olvidar que pueden llegar ese día de cualquier punto cercano, y que además obligará a
cerrar algunos espacios, como es el caso del Real Alcázar, que no se abrirá al público el día 8 de diciembre, en pleno puente.
“
Estamos barajando las mayores cifras, como tres Domingos de Ramos, en un solo día y sin dispersión, todo en el mismo sitio”, aseguraba Alés, que posteriormente reconocía que estiman que se pueda a duplicar la población de Sevilla, es decir,
que ese día pueda llegar a haber en la ciudad un millón y medio de personas. “Es abrumador, no tenemos certezas ni antecedentes y todos los servicios públicos se movilizarán”, reconocía Alés en la entrevista, en la que apuntaba que
la ciudad tiene “experiencia en hitos y eventos como la Semana Santa y la Feria, estamos en las mejores manos”.
Sobre el
coste para la ciudad que tendrá tanto la celebración del Congreso como especialmente la procesión de clausura, ha reconocido que
en recursos humanos municipales es “muy grande pero también el retorno a la ciudad”, cifrando el coste en
unos tres millones de euros “y el retorno, ya se cuantificará pero es un evento muy importante y entendemos que la ocasión la merece”.
Desglose de costes
Según fuentes municipales, al margen de la
aportación de 600.000 euros de la Junta, el coste para las arcas de la ciudad del evento será de
2.450.000 euros, siendo la mayor cuantía la de la
Policía Local, que hará uso del
100% de la plantilla, los días 7, 8 y 9, siendo necesario el 50% de esta sólo para la procesión de clausura, con un coste estimado de 1.400.000 euros.
El desglose del resto de partidas incluye
436.000 euros en movilidad, siendo necesario el plaqueado de todo el recorrido y su zona de influencia, habilitar aparcamientos, luminarias para ellos, etc;
240.000 euros en limpieza, para cera y adecuación del recorrido;
80.000 euros en Parques y Jardines; y 3.000 euros de Bomberos para dar cobertura a la zona afectada por el recorrido de la Magna.
Durante la entrevista, Alés también ha destacado que el Congreso coincide no sólo con un
puente, sino también con la
época prenavideña, y desde el Ayuntamiento, que siempre ha destacado el “orgullo” que supone ser el “centro de la cristiandad”, tenían claro desde el principio una premisa: “que
los adornos navideños no se tocaban, que había que convivir con el entorno navideño y sin perder de vista los barrios y el día a día de la ciudad y dar cobertura a todos”.
Con la Navidad estamos “a la altura”
Sevilla, de hecho, i
nicia el periodo prenavideño este sábado con el encendido del alumbrado y un espectáculo “único y fantástico, muy festivo” que acompañará ese día con actuaciones en la Plaza de San Francisco de
Andy y Lucas y “
sorpresas”, según Alés, que reconoce que el ambiente navideño se va adelantando cada año, “cosas del calendario”, y aunque no ha querido comparar la ciudad con Vigo, sí que ha destacado que
las temperaturas animan a vivir en calles decoradas y que el comercio, tanto en el centro como en los barrios,
necesita el apoyo del Ayuntamiento.
“Tenemos nuestra propia idiosincrasia, estamos a la altura”, decía.
Ha recordado que los espectáculos no sólo estarán en el centro sino también en
Triana, con uno específico en el Paseo de la O, que volverán a
iluminarse los puentes, que las actividades llegarán a todos los
barrios, que habrá más sorpresas además de los motivos que se monten ante el Palacio de
San Telmo y que “
va a sorprender a sevillanos y visitantes”, con una iluminación con leds que reduce el coste energético.
También vuelve
Navigalia “reforzada, muchísimo más impactante”, con una nueva historia, con
mejoras en acceso y visibilidad desde todos los ángulos, un espectáculo en el río que, recordaba, “también saca a la gente del centro” y que este año tendrá un
coste de un euro pero para evitar las reservas masivas y que después no acuda la gente al muelle de la Sal.
A eso se unirán las
proyecciones de arte que habrá en la Plaza de San Francisco, que serán estáticas y no como un mapping, y que versarán sobre la Navidad y su origen religioso, porque la intención del equipo de Gobierno es que “
quede patente que es una fiesta religiosa”, además de la programación específica que habrá en los
barrios, en el Real Alcázar, en la Fábrica de Artillería o en Fibes, con la vuelta de Inari.
Tampoco olvidó
la Navidad que “surge de la ciudad”, como es algo tan tradicional y típico de Sevilla como son los cientos de
belenes que instituciones, entidades e incluso particulares montan habitualmente en la ciudad, con rutas específicas.
En cuanto al
control de heraldos y carteros reales que se anunció el pasado año, Alés ha apuntado que se han puesto en contacto con las diferentes entidades y distritos con la idea de “
unificar Heraldos o minicabalgatas”, recomendándoles que
eviten grandes avenidas para minimizar su incidencia en tráfico y seguridad o la
vuelta de los carteros reales estáticos.
Alés ha recordado que
la intención municipal no es “coartar” que salgan a la calle o la alegría en las barriadas sino
gestionar los escasos recursos disponibles.