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Así campan los bulos: más del 75% de las personas comparten las noticias sin leerlas antes

Un estudio revela cómo la mayoría de los usuarios de Facebook comparten enlaces sin abrirlos, amplificando la polarización y la desinformación

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  • Dos personas usan el teléfono móvil. -

En el vertiginoso mundo de las redes sociales, donde las interacciones rápidas y superficiales son la norma, un fenómeno inquietante está moldeando nuestra forma de consumir y compartir información. Un reciente estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania publicado en Nature Human Behaviour ha puesto el foco en el comportamiento de los usuarios de Facebook, revelando que más del 75% de las noticias compartidas en la plataforma no se leen previamente, lo que refuerza la propagación de desinformación y la polarización ideológica.

Los investigadores han bautizado este fenómeno como "Sharing without Clicking" (SwoC). Según el estudio, este comportamiento se traduce en que:

“Los usuarios reenvían URLs de noticias y otra información pública a su red sin hacer clic para leerlas primero.”

Este patrón de consumo informativo tiene serias consecuencias. Al compartir sin verificar el contenido, las personas alimentan cámaras de eco y difunden desinformación sin intención consciente. Metafóricamente, este comportamiento se asemeja a "picar" información superficial, generando una especie de "obesidad de likes" sin ningún esfuerzo por adquirir conocimiento real.

El análisis, que abarca cuatro años de contenido político compartido en Facebook, identifica tres factores clave que impulsan este fenómeno: la polarización del contenido, la afinidad ideológica y la relación con las noticias falsas. Los resultados muestran que los contenidos más polarizados y sensacionalistas son los que más atraen a los usuarios, especialmente cuando confirman sus sesgos políticos y requieren menos esfuerzo cognitivo. Además, como destaca el estudio:

“Encontramos un patrón claro que sugiere que cuanto más alineado está políticamente un dominio con el usuario (más cerca de 0), más probable es que se comparta sin haberlo leído primero. Al realizar los mismos análisis con contenido no político, se observaron patrones similares, aunque los efectos eran más débiles.”

En cuanto al comportamiento de los usuarios, el 75-77% de los 56,4 mil millones de enlaces compartidos en Facebook no se abrieron antes de ser difundidos. Este hábito no distingue ideologías, aunque los usuarios moderados liberales y conservadores encabezan la lista, con diferencias mínimas entre grupos. Sin embargo, las cifras varían cuando se trata de noticias falsas, ya que:

“El número absoluto de SwoCs fue mayor en los grupos de afinidad política conservadora que en los liberales: 17,5 millones de SwoCs proceden del grupo muy conservador, 14 millones del moderadamente conservador, 3,6 millones del neutral, 3,2 millones del moderadamente liberal y 2,6 millones del muy liberal.”

Los investigadores sugieren que esta disparidad puede explicarse por una mayor cantidad de noticias falsas generadas por fuentes conservadoras, aunque advierten que pequeños grupos altamente activos y partidistas también podrían estar influyendo en estas cifras. Este fenómeno ya ha sido identificado en otras plataformas, como Reddit.

Para S. Shyam Sundar, profesor de la Universidad de Penn State, el hallazgo es particularmente alarmante:

“Creía que si alguien compartía algo, lo había leído y reflexionado. Que la mayoría de los compartidos sean así es un hallazgo muy preocupante.”

El estudio también analiza las posibles soluciones. Una de las sugerencias es introducir más “fricción” en el proceso de compartir para evitar la difusión impulsiva, pero los expertos consideran que esta medida no sería suficiente. En opinión de los investigadores, el problema es más profundo y radica en la forma en que utilizamos las redes sociales, donde la inmediatez se valora más que la reflexión. Como señala el estudio:

“Esto podría explicar por qué es tan común que la desinformación se difunda rápidamente en las redes sociales; la gran mayoría de las noticias compartidas en estas plataformas no se comparten deliberadamente ni con verificación previa de los hechos subyacentes.”

Además, los expertos apuntan a que el fenómeno SwoC también podría deberse, en algunos casos, a enlaces previamente leídos que se comparten después de un tiempo o incluso a simples gestos de pertenencia tribal, lo que en redes sociales se denomina "señalización de virtud".

Finalmente, los investigadores reflexionan sobre el papel social del cotilleo en este contexto, sugiriendo que este tipo de comportamiento no es nuevo, sino una evolución digital de prácticas ancestrales de interacción social. Sin embargo, enfatizan que la solución no es técnica, sino educativa: aprender a utilizar mejor las herramientas digitales y, en algunos casos, saber cuándo desconectar de ellas.

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