El que fuera director de la obra y funcionario de carrera del Cuerpo de Arquitectos de Hacienda, ahora suspendido, ha sido condenado a dos años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante seis años por apropiarse de material de desecho de la reforma de la sede de la Agencia Tributaria en Jaén con el fin de sacar beneficio a través de su venta.
La sentencia, recogida por Europa Press, le condena como autor de un delito de malversación de caudales públicos y le absuelve del delito de prevaricación administrativa por el que también le acusaba el Ministerio Público.
En concepto de responsabilidad civil le condenan a pagar a la Agencia Estatal de Administración Tributaria la cantidad que se determine en ejecución de sentencia como valor de 773 elementos de radiadores de hierro, una caldera y un grupo de presión que fueron vendidos por el acusado.
Además, se ordena la devolución a la AEAT el resto de bienes muebles que se encuentran en las instalaciones de la constructora donde el acusado ordenó su depósito y donde a día de hoy permanecen.
Para el tribunal, el ánimo de lucro por parte del procesado "resulta evidente en tanto que, de una parte los bienes podían ser reutilizados, con independencia de lo que el proyecto hubiera contemplado y de otra parte el acusado vendió algunos de los bienes apropiados".
El acusado declaró en el juicio celebrado el pasado mes de octubre en la Audiencia de Jaén que autorizó el traslado del material a la nave de un constructor para ganar sitio en el edificio que estaban reformando y porque todo lo trasladado "era material recuperable" que se podía utilizar en un futuro en otras sedes de la provincia de la Agencia Tributaria.
Lo acordó con el constructor, "pensando que era una situación muy provisional" y sin que mediara ningún contrato de depósito de por medio, pero parte de esos materiales siguen almacenados a día de hoy en esa nave cuando su destino debería haber sido un gestor de residuos autorizado.
El acusado optó por llevar el material a una nave, propiedad de una constructora, en Jaén capital donde además de 1.370 elementos de radiadores, se depositaron 14 luminarias, diez tóner de impresora y algunos CD, cuatro aparatos de climatización, un quemador de caldera, una caldera, un depósito de expansión de caldera y un grupo de presión, dos turbinas de extracción, ocho sillares, y dos vidrieras de vidrio.
Fue uno de los responsables de la nave donde se almacenaban los materiales el que en abril de 2020 dio la voz de alarma al preguntar a la actual jefa del Gabinete Técnico, Patricia Carrasco, por el contrato de depósito del que supuestamente le había hablado el acusado para que accediera a almacenar el material ya que pasaban los años y nada se sabía al respecto. De no haberse producido esta llamada, como declaró la propia Carrasco, "nunca lo hubiéramos sabido".
Fue esta persona la que facilitó el inventario del material depositado y aquel que supuestamente se había vendido. Además, recogía seis equipos de climatización que supuestamente salieron de la nave para ser reutilizados en la mejora de la climatización de la sede de la Agencia Tributaria de Granada.
A todo ello, se suma un anuncio publicado en un portal digital en octubre de 2020 con la venta de radiadores y en el que aparecía el teléfono de contacto del acusado y de su hijo, anuncio que finalmente fue retirado. Según el hijo del procesado que también declaró como testigo, los radiadores puestos a la venta se corresponden con material procedente del derribo de inmuebles de su abuelo.
La reforma de la sede de la Agencia Tributaria en Jaén capital se llevó a cabo entre 2016 y 2018 contó con un presupuesto de unos 3,2 millones de euros.
La sentencia no es firme y se puede recurrir en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).