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Huelva

“La presa de Alcolea tardaría muy poco en ejecutarse, estaría terminada en dos veranos”

Huelva Riega pone la lupa sobre el principal hándicap que tiene la agricultura en Huelva: la falta de agua, y repasa las infraestructuras pendientes

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  • Fernando González, presidente de Huelva Riega. -
  • "Han pasado prácticamente seis años desde que la presa está parada y tardaría muy poco, en dos veranos estaría ejecutada"
  • "El túnel de San Silvestre es el típico proyecto español, que se hizo con menos presupuesto y ahora vale más"
  • "Le hemos pedido al Ministerio una moratoria en la aplicación del Convenio de Albufeira hasta que se construya Bocachanza II"

Huelva Riega nació en marzo de este año como nueva ‘marca’ de la Asociación de Comunidades de Regantes de Huelva (Corehu). La idea era darle un nuevo impulso, ser el altavoz del campo onubense. Y en ello están. En este tiempo han puesto la lupa sobre el principal hándicap que tiene la agricultura en Huelva: la falta de agua. La solución pasa por la construcción de las infraestructuras pendientes. De la mano de Fernando González, repasamos las más urgentes, como son el túnel de San Silvestre, la presa de Alcolea o Bocachanza II.

¿Qué balance hace de este casi primer año de Huelva Riega?

–Huelva Riega es una marca de una asociación que ya existía, que era Corehu, la Asociación de Comunidades de Regantes de Huelva. Un grupo de presidentes de comunidades de regantes –él preside la de Sur Andévalo- llegamos a la conclusión de que estábamos perdiendo fuerza, no teníamos presencia en la sociedad onubense, nuestras reivindicaciones prácticamente no eran escuchadas. Planteamos un relevo dentro de la dirección de la asociación y al mismo tiempo también un cambio de imagen que conlleva un cambio de marca.

Se hace en un momento complicado, en plena sequía

–Las comunidades de regantes venimos de una época en la que siempre hemos oído que Huelva tenía un superávit de agua y es cierto, pero el agua que cae en Huelva, la mayoría no la recogemos para usarla, sino que se va al mar. Como hasta ahora nunca hemos tenido restricciones, pues todos contentos. Sí que es verdad que había unas obras de infraestructura que había que hacer y no se hacían, pero nadie se preocupaba. Pero llega finales del 2022 y entonces es como si se enciende la luz: si no tenemos agua, nos acaban de recortar el 25% al uso agrario. Es un como un toque de atención y ya nos vamos dando cuenta de que estamos en una demarcación que es deficitaria. Como media ya no somos capaces de recuperarnos, es como una familia que gasta más de lo que ingresa. Ahí se ve la necesidad de dinamizar las obras que están en el Plan Hidrológico, que además están declaradas de Interés Nacional, porque es la única solución para salir de este atolladero.

¿Por qué no se había dado una situación de sequía hasta ahora?

–Porque en el Plan Hidrológico están contempladas una puesta en riego y una serie de superficies y se han ido poniendo paulatinamente, pero no han ido acompañadas de la correspondiente construcción de infraestructuras de captación de recursos. Al principio eso no se va notando, pero conforme van pasando los años se van poniendo hectáreas en riego que estaban totalmente planificadas, vamos regando, y hasta  2017 la cosa no iba mal porque la presa de Alcolea se estaba construyendo, pero hay un momento en que el adjudicatario de la obra, que era el mismo que tenía adjudicada el Canal de Panamá, cuando ya llevaba un 23% de obra ejecutada le dice al Ministerio que la obra cuesta más. Ahí el Ministerio tiene dos opciones: hacer lo que hizo el Gobierno de Panamá, que es llegar a un acuerdo, o lo que hizo finalmente: evaluar lo que se había hecho y pagar, con la idea de sacar a concurso otra vez la obra.

¿Qué ha pasado desde entonces?

–En ese transcurso de tiempo, cambiamos de Gobierno y vino el Gobierno actual, que en sus primeros momentos sí que quería reanudar la construcción de la presa. Pero este gobierno duró muy poquito porque fue una moción de censura, luego convocó elecciones y como necesitaba el apoyo de partidos en los que están integrados grupos ecologistas radicales -no hace falta hablar de Podemos, pues la exministra Teresa Ribera es una ecologista radical-, a partir de ese momento el Ministerio empieza a inventarse excusas para no construirla. Pero la obra tiene un proyecto, tiene una Declaración de Impacto Ambiental vigente y tiene unas medidas correctoras para proteger el agua de la contaminación de las minas. No hay razón para no construirla.

¿En qué punto está ahora mismo?

–Han pasado prácticamente seis años desde que la obra está parada, una obra que una vez que se licita, tardaría muy poco en ejecutarse. Normalmente estas obras se hacen en verano, pues en dos veranos estaría terminada. Hubo una reunión muy importante el 30 de julio a la que asistió un técnico que había hecho un informe con los datos de la demarcación de los 10 últimos años y ahí es donde se demuestra que la demarcación es deficitaria. El  secretario de Estado ve eso y también se le enciende la luz, porque ve que no es una cuestión  transitoria, aquí hay un problema estructural.

Presa de Alcolea.

¿Y qué soluciones plantea?

–La postura del Ministerio era que no se hace la presa hasta que no se resuelva el tema de los pasivos mineros, y en ese momento cambia de actitud y plantea dos opciones: una es que la Junta aborde la restauración de toda la cuenca minera y al mismo tiempo se hace la presa, porque la restauración es un proceso que llevaría bastantes años. También plantea trasladarle el expediente a la Junta y que haga la presa de Alcolea la Junta de Andalucía. El problema ahora es el dinero. La Junta dice que tiene su propio presupuesto y no puede asumir la obra y se le ocurre la idea de hacer la presa de Alcolea y que el Gobierno haga una obra de las que le corresponden a la Junta. Esas tres vías son las que hay, pero como no se ha escrito, pues tenemos al Gobierno de andaluz esperando a que le pongan la carta, pero tampoco sin empujar mucho porque se siente muy cómodo en la postura que está, reclamando. Y el Gobierno está en una posición incómoda porque al final se está jugando mucho en la provincia de Huelva, pues ya no solamente hablamos de la agricultura,  porque para el hidrógeno verde, ¿de dónde sale del agua? Y eso sí que es un proyecto a nivel ya no provincial, sino a nivel nacional e incluso europeo.

¿Por qué es tan importante esta presa?

–Es una fuente de suministro que podría estar muy rápidamente a disposición de los usuarios y por eso Huelva Riega la nombra tanto, porque también está pendiente a presa de Coronada, la de Pedro Arco o Bocachanza II, obras que son imprescindibles, pero es que la de Alcolea la vemos ahí. En el último año año y medio por ahí han pasado 400 hectómetros cúbicos. La presa no tiene capacidad para almacenar todo ese volumen, hubiera aliviado 150 o más. Pero con lo que hay ahora mismo almacenado, si se le sumara la presa de Alcolea, ya no estaríamos en situación de sequía.

Y también es imprescindible para el trasvase del Condado, ¿no?

–Claro, y eso compromete muy seriamente también una cosa que los ecologistas no se dan cuenta, que es que queremos proteger el acuífero de Doñana desde la cuenca de Guadalquivir y hay una transferencia de recursos desde la cuenca del Tinto-Odiel-Piedras al Guadalquivir, pero actualmente se les está dando alrededor de 7 hectómetros cúbicos de una forma que es completamente ilegal, porque en ninguna zona geográfica de España una cuenca que está en sequía puede ceder agua a otra cuenca. Hay que hacerle ver al ministerio que con la presa de Alcolea tendría recursos para poder no transferir 7, sino 20 hectómetro, y está condenando al parque porque le está sacando agua del subsuelo. Es un poco contradictorio todo.

Túnel de San Silvestre.

Como dice, la presa de Alcolea “está ahí”, pero, y ¿y el túnel de San Silvestre?

–Es el típico proyecto español. Se hace el proyecto pero lo que pasa es que si tú necesitas para hacer un buen proyecto 100 euros, pero te doy 50, no haces un buen proyecto. Cuando ha llegado la licitación de la obra, la empresa que se lo ha quedado dice que necesita hacer más sondeos y cuando se han puesto a hacerlos han descubierto diferentes tipos de materiales, diferentes fallas geológicas. La empresa ha visto todas las pegas que tiene ahora mismo la ejecución del túnel y le ha dicho el Ministerio que vale mucho más. El secretario de Estado dijo en una reunión que el túnel se iba a hacer sí o sí, que el Gobierno estaba empeñado en que se hiciera. Porque ahí el Gobierno se juega mucho, al final el agua que viene a Huelva en su mayor parte viene a través del túnel viejo, si el túnel colapsa, el 80% de la población de Huelva se queda sin agua, eso no lo puede aguantar ningún Gobierno, por eso tiene ese empeño en hacerlo, pero ahora mismo están en la fase de lo que yo llamo del regateo.

Bombeos de Bocachanza.

Y para terminar, Bocachanza II, que adquiere aún más relevancia tras la actualización del Convenio de Albufeira

–¿Recuerdas cuando hicimos balance del año hidrológico? Dije que no me esperaba nada bueno y que ojalá tuviera que pedir disculpas al Ministerio, pues no las pido porque desde mi punto de vista ha sido un acuerdo el que han hecho Portugal y España demasiado del lado de la seguridad en cuanto al caudal ecológico del río Guadiana. Han llegado a un acuerdo malo, desde mi punto de vista, porque es según la situación hídrica y no dejan bombear agua durante los 365 días del año sino que solamente se puede bombear siete meses del año, dejando cinco que no se puede bombear la instalación que tenemos ahora mismo, que es Bocachanza I, que está pensada para bombear durante todo un año. Nos han reducido el bombeo de Bocachanza en cinco séptimos, que no es poca cosa. Ahora se necesita un bombeo muy bien pensado, que sea capaz de adaptarse a eso. Por ello, hemos pedido que el Ministerio aplique una moratoria en cuanto a la aplicación del nuevo convenio de Albufeira hasta que construya el bombeo de Bocachanza II, que está declarado de Interés Nacional, y que ya se adapte a ese acuerdo. Ahora estamos pendientes de tener una reunión con el secretario de Estado para plasmar eso en un documento.

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