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Andalucía

El gran consumo mira al consumidor sénior: gasta más y se diversifica

Realizan también una ingesta promedio por persona y año muy superior al promedio nacional: 889,9 kilos por persona, frente a los 574 de media

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  • JUBILADOS -

El volumen de alimentos y bebidas consumidos por los hogares formados por jubilados supone ya el 25,6 % del total; el consumidor sénior se convierte en el foco de gran consumo que analiza este interesante público objetivo y le ofrece innovaciones para fidelizarlo.

En su informe de consumo alimentario, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación advierte de que los hogares formados por jubilados son "intensivos" en compra en alimentación, es decir su demanda es superior al porcentaje de población que representan, que se queda en un 24,7 %.

El mismo documento refleja que realizan también una ingesta promedio por persona y año muy superior al promedio nacional: 889,9 kilos por persona, frente a los 574 de media.

La consultora Kantar comparte que con el gran consumo entrando de lleno en un nuevo ciclo "es clave para el mercado identificar y analizar los cambios en los consumidores, los hogares y los hábitos de consumo".

Y por ello fuentes de la consultora han destacado al consumidor de más de 65 años, que representa ya cerca de un 30 % de hogares y se puede segmentar en grandes grupos según sus actitudes de compra: moderno, familiar y tradicional.

En términos de consumo, el moderno es el más atractivo en cuanto a gasto medio total y por acto de compra, 15,2 euros.

Al hacer un análisis comparativo, la consultora detecta que el sénior moderno gasta hasta un 8 % más que el tradicional a lo largo del año y cerca de un 18 % más por visita.

Es, por tanto, un perfil que representa una "gran oportunidad" pero también el de menor gasto, pues representa el 30 % de los consumidores de más de 65 años, frente al 33 % del tradicional y el 37 % del familiar -una combinación de ambos extremos-.

Un público "militante"

Una de las conclusiones destacadas del análisis de Kantar Worldpanel que ha compartido con EFEAGRO es que los sénior son aún más "militantes" que los jóvenes.

Por ejemplo, llevan peor tirar comida (más de 6 puntos que los menores de 65), prefieren la proximidad a lo importado (casi 20 puntos más) e intentan comprar productos que no dañen el medioambiente (cerca de 20 puntos también).

El director del Servicio de Atención al Cliente de Kantar, Joan Riera, ha destacado que "más solos y más mayores es una ecuación que tiene importantes connotaciones en la composición de la cesta de la compra y hay que identificar las oportunidades" para "un mercado que empieza una etapa de estabilidad", ha insistido.

Innovaciones del 'silver economy'

Según el Observatorio de Innovación en Gran Consumo (OIGC), la innovación en productos sénior (o 'silver economy'; en inglés, economía de plata) se enmarca en dos tendencias, una demográfica y otra general.

Se trata de un consumidor que no solo tiene unas necesidades nutricionales específicas sino "también requiere de productos fáciles de preparar y consumir", ha señalado el observatorio.

El gran consumo cada vez está más volcado en la personalización del producto y responder a necesidades cada vez más específicas y, de hecho, el 80 % de las innovaciones identificadas por el observatorio en 2024 se alinean con esta tendencia a la hiperpersonalización.

Para el público senior, el observatorio ha destacado diferentes iniciativas, como la apuesta de Alcampo por alimentos dirigidos total o parcialmente a este público con una gama concreta de productos en colaboración con Naturvita.

Desde Grupo DIA han asegurado que la variedad de productos y formatos de su surtido permiten al cliente senior configurar su cesta de la compra acorde a las necesidades de su hogar.

Por ejemplo, según DIA, platos preparados en formato individual, productos con una receta mejorada para eliminar azúcares añadidos y, en la sección de higiene, artículos de utilidad como son los protectores cubrecama o las compresas de incontinencia.

Alimentos de textura modificada

Otros ejemplos que ha llegado al OIGC son alternativas para la venta de alimentos de textura modificada por primera vez en el gran consumo, en colaboración con Campofrio, de productos adaptados para personas con problemas de masticación o deglución.

Se han presentado también otros productos, como el servicio de la comida texturizada a domicilio de Gurea, que permite modificar la textura de los alimentos, conservando todos sus nutrientes, y que facilita y hace más segura la ingesta.

Mediante esta técnica innovadora, alimentos de muy diferentes tipos se cocinan para luego modificar su textura, de manera que al final del proceso tenga una textura uniforme sin ninguna partícula perceptible en la boca.

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