El Ayuntamiento de Porcuna (Jaén) ha destacado el "notable interés" que ha despertado la cisterna romana de La Calderona, con más de 6.000 visitas en sus primeros seis meses abierta al público.
Fue inaugurada el pasado 11 de julio, tras un complejo proceso de restauración, consolidación y puesta en valor. Datada en el siglo I a.C., fue uno de los principales depósitos de almacenamiento de agua urbano de la ciudad de Obulco y se ha conservado hasta el presente bajo casas de la actual calle Padilla.
"Hasta el 11 de enero de 2025, un total de 3.356 personas han visitado este importante vestigio histórico, sin contar las visitas realizadas durante las jornadas de puertas abiertas en su primer mes de funcionamiento, cuando hubo unas 2.700", han indicado a Europa Press desde el Consistorio
De los visitantes contabilizados en las visitas guiadas, el 86 por ciento proviene de Andalucía, "lo que refleja un gran interés regional" por el patrimonio de Porcuna. Por su parte, el cinco por ciento corresponde a turistas de Madrid, mientras que un dos por ciento procede tanto de Valencia como de Cataluña.
Además, la cisterna ha recibido visitas de otras comunidades como el País Vasco, Extremadura, Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias, Castilla y León, Asturias, Cantabria y Murcia, "lo que evidencia su atractivo a nivel nacional".
Desde el Ayuntamiento se ha señalado que "este éxito ha propiciado importantes mejoras en los servicios turísticos del municipio", como la ampliación del horario de atención al público de la Oficina de Turismo, ahora abierta de lunes a domingo de 10,00 a 14,00 horas, "para adaptarse al creciente flujo de visitantes".
"Asimismo, se ha reforzado la plantilla de guías turísticos, que ha pasado a contar con cuatro profesionales, garantizando un servicio de mayor calidad y una experiencia enriquecedora para los turistas", ha añadido.
Un "impacto positivo" que "también se ha extendido al sector privado", con la creación de una nueva empresa especializada en visitas guiadas y la venta de 'souvenirs'. Igualmente, "el sector hostelero ha notado un incremento significativo en la afluencia de clientes", beneficiándose directamente del auge turístico que ha generado la apertura de la cisterna", declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
"Estos datos confirman que la puesta en valor de este espacio histórico no solo ha fortalecido la oferta turística del municipio, sino que también ha impulsado su desarrollo económico", ha afirmado el Ayuntamiento de Porcuna, desde el que se "seguirá trabajando para promocionar este valioso patrimonio y consolidarlo como uno de los principales destinos de la provincia y de Andalucía".
Con un magnífico estado de conservación, este enclave situado en uno de los bordes del actual núcleo urbano de Porcuna da idea de la relevancia del Municipium Pontificiense de Obulco. De hecho, la antigua Ibolca, capital de los Túrdulos, fue una de las grandes urbes de la Bética romana, con 100 hectáreas amuralladas, solo superadas en el siglo II d.C. por las 120 de Córdoba.
La Calderona tuvo como función original el abastecimiento público de agua en uno de los barrios occidentales de Obulco y en ella destaca la monumentalidad constructiva a base de bloques y losas megalíticas de piedra autóctona y el estado intacto en que ha llegado a la actualidad.
UNA ACTUACIÓN DE GRAN ENVERGADURA
Su recuperación y puesta en valor supuso una intervención de gran envergadura, en ejecución desde 2021 y con una inversión de casi 1,7 millones de euros; el 70 por ciento con cargo al programa 1,5 por ciento Cultural dl Gobierno y el resto aportado por el Ayuntamiento y la Diputación de Jaén.
El proyecto incluyó cinco grandes actuaciones, con la creación de un edificio con una rampa helicoidal para descender a la cota de la cisterna, así como la habilitación de una pasarela y puente para hacer posible la entrada al conjunto subterráneo hidráulico, aprovechando el túnel que durante la Guerra Civil española ejecutaron los zapadores del ejército para su uso como refugio antiaéreo.
Además, se llevaron a cabo la restauración y puesta en valor de la propia cisterna, así como de los restos arqueológicos hallados en el entorno, un sector de casas romanas junto a espacios artesanales y comerciales.
Esta ambiciosa actuación supuso la implicación de un gran número de personas bajo la dirección de Pablo Casado, responsable del proyecto arqueológico y director del Museo Arqueológico Municipal de Obvlco, mientras que Pablo Millán fue el director del proyecto arquitectónico.