Aún queda un mundo para poder valorar los mercados del Sevilla Fútbol Club, pero, de momento, no pinta bien para la dirección deportiva del conjunto hispalense. Se han producido cinco salidas en Nervión y tan sólo dos refuerzos, aunque el combinado blanquirrojo ha sido el equipo que más dinero ha gastado en esta ventana de traspasos.
Las carencias económicas han provocado carencias deportivas en la plantilla que dirige Xavi García Pimienta, que ha pasado de tener tres laterales derechos a poder contar únicamente con José Ángel Carmona, todo esto dejando a Juanlu fuera de la ecuación.
Ningún futbolista ha llegado para suplir a Jesús Navas, Gonzalo Montiel o Valentín Barco, quedándose Kike Salas como suplente de Pedrosa de cara a una segunda mitad de curso que parece vital para el futuro a medio plazo de la entidad hispalense si no regresa a Europa.
Pedro Ortiz, que apenas ha tenido oportunidades en el Sevilla, también abandonó Nervión este invierno, poniendo rumbo a la cercana localidad de Córdoba. Sin refuerzos en la medular, sí los ha habido en la zona ofensiva.
Rubén Vargas llegó en los primeros compases de mercado, dejando buenas sensaciones en sus primeros partidos con la elástica sevillista. La sobrepoblación en los extremos no es un problema para García Pimienta, que cuenta con sus jugadores más habilidosos en esa posición.
Kelechi Iheanacho, que se ha marchado al Middlesbrough como cedido en un buen movimiento de la dirección deportiva que encabeza Víctor Orta, ha sido sustituido por Akor Adams. El nigeriano viene a llenar ese vacío que dejó Youssef En-Nesyri en verano y que su compatriota no fue capaz de sustituir.
Con Suso quedándose pese a las distintas ofertas que le han llegado a lo largo del mercado, las noticias más destacadas quizás sean Loïc Badé y Dodi Lukebakio, que han rechazado a varios clubes importantes a nivel internacional para continuar en Nervión.
El FC Barcelona será el próximo rival de un Sevilla que tiene en su mano soñar con regresar a competición europea próximamente.