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Jaén

Condenado a 30 años y medio de cárcel por violar a sus dos nietas menores de edad

Para lograr el silencio de las niñas, el abuelo les decía que "si contaban algo las mataría a las dos, a su madre y a su abuela"

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  • El acusado durante el juicio custodiado por agentes del CNP/Archivo. -

La Sección Tercera de la Audiencia de Jaén ha condenado a un hombre de 64 años a 30 años y medio de cárcel por violar durante cuatro años a sus dos nietas menores de edad, desde que éstas tenían 6 y 10 años.

La sentencia a la que accedido Europa Press condena a este hombre a 30 años de prisión como autor de dos delitos continuados de agresión sexual con intimidación y prevalimiento de parentesco. A ello le suma, otros tres meses de cárcel por un delito de maltrato y otros tres meses más por un delito de tenencia de pornografía infantil.

Por contra, le absuelve de dos delitos continuados de amenazas, de otros dos delitos de lesiones psíquicas y del delito leve de lesiones por los que también venía siendo acusado en esta causa.


Como accesoria, la sentencia le impone la prohibición de comunicarse o acercarse a las niñas durante diez años por encima de la pena de prisión una vez cumplida, así como otros diez años de libertad vigilada y un año de privación del derecho a la tenencia y porte de armas.

En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a cada una de las menores en 50.000 euros por los daños morales y perjuicio causados a las dos niñas.

Los hechos se remontan al mes de mayo de 2018 y se extendieron hasta enero de 2023. Para lograr el silencio de las niñas, el abuelo les decía que "si contaban algo las mataría a las dos, a su madre y a su abuela", lo que causó "una situación de temor absoluto en las menores", que no se atrevieron a contarlo hasta el 1 de febrero de 2023.

Además de por las agresiones sexuales, la sentencia le condena por un episodio de malos tratos a una de las niñas a la que en plena calle "agarró fuertemente de los hombros y la empujó contra una pared".

A todo ello se le suma que al procesado le fue intervenido un teléfono móvil en el que, tras su análisis, fueron halladas imágenes pronográficas de un niño menor de edad y un vídeo de su nieto de cuatro años desnudo en el que el acusado le pide que baile.

EL JUICIO

Aunque el acusado se declaró inocente en el juicio celebrado el pasado mes de enero, la sentencia recoge como probado que el acusado en "innumerables ocasiones" violó y sometió a todo tipo de prácticas sexuales a sus dos nietas y lo hizo "aprovechando su relación de parentesco y las numerosas ocasiones en las que estaba a solas" con ellas puesto que los padres las dejaban a su cargo cuando ellos trabajaban.

Añade la sentencia que el acusado empleó "la intimidación" y "la amenaza" para "vencer la resistencia que las menores pudieran oponer para la ejecución de los actos de naturaleza sexual", hasta el punto que las amenazaba con matar a su madre y a su abuela si contaban algo.

El acusado se defendió en el juicio diciendo que "todo era mentira", pero el tribunal establece que el testimonio de las dos menores, con todo lujo de detalles sobre las prácticas a las que las sometió su abuelo, "permite tal grado de certeza que constituye prueba de cargo suficiente para el dictado de una sentencia condenatoria".

La declaración de las menores se llevó a cabo en el juicio con la reproducción de la declaración que en su día realizaron bajo prueba preconstituida. Las menores detallaron con sus palabras numerosas violaciones y agresiones físicas supuestamente perpetradas por su propio abuelo, la persona que de vez en cuando tras violarlas les daba dinero. "Nos daba cinco euros o nos compraba ropa", han señalaron las niñas.

"Mil veces me lo ha hecho", dijo la hermana mayor, que apuntó que ella y su hermana pequeña hicieron un pacto para no contarlo hasta que el abuelo muriese porque él las amenazaba con matar a sus padres y a su abuela si contaba algo de lo que estaba ocurriendo.

Fue la hermana mayor, la de 12 años, la que contó a unas amigas del colegio lo que le hacía su abuelo y éstas a su vez se lo contaron a una maestra que fue la que dio la voz de alarma y puso el caso en conocimiento de la familia, a la que las niñas nunca habían dicho nada.

La madre de las menores, que declaró protegida por un biombo que le separaba del acusado, contó que las menores se quedaban "muchas veces" con el acusado. "¿Quién iba a pensar?", dijo la madre, que hizo hincapié en que ella quería a su padre "con locura" y que en ningún momento se le pasó por la cabeza por lo que estaban atravesando sus hijas.

"Como madre y como hija esta situación fue horrible, fue una decepción, era una persona a la que yo quería porque era mi padre y como madre me sentí fatal porque eran mis hijas", declaró la acusada ante el tribunal, al tiempo que rechazó que existieran enfrentamientos familiares como argumentó el acusado.

El abogado de la acusación particular, Francisco Navea, mantuvo que las pruebas que había contra el acusado eran "contundentes" y daban "plena credibilidad a las niñas". Por eso, la familia ha buscado "se haga justicia, que se repare los hechos que han sufrido estas niñas" a manos de su abuelo al que el letrado definió como un "monstruo".

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