Con el rostro magullado y una denuncia interpuesta en comisaría contra Jacobo Ostos. Así ha reaparecido Jaime Ostos Jr. en el plató de 'Y ahora Sonsoles' tras el altercado que protagonizó este lunes con Mari Ángeles Grajal y su hermano en el madrileño Hotel Wellington.
La versión que sabíamos hasta ahora es que el hijo mayor de Jaime Ostos irrumpió sin invitación en la gala anual de la peña taurina 'Las Meninas de España', presidida por la viuda de su padre, a la que habría agarrado y amenazado de muerte antes de que le expulsasen del lugar. Ya en el exterior, cuando estaba esperando un taxi para irse, hacía su aparición Jacobo -ausente cuando se dirigió a su madre al encontrarse en otra sala-, que increpaba a su hermano sin que la cosa fuese a mayores.
Algo que ha negado Jaime, asegurando que en ningún momento amenazó a Mari Ángeles y sosteniendo que, al contrario de lo que han relatado la viuda y el hijo de su padre, él fue el agredido por el Dj. "Yo he puesto una denuncia en la policía, van a pedir las cámaras de seguridad, yo nunca vi a Mari Ángeles Grajal hasta que me coge de la chaqueta, no vi a Jacobo hasta que sale del hotel. Intentó romper la ventana del taxi, se lanzó encima de mí, decía 'tú a quién vas a matar pedazo de mierda' yo le decía, 'pero qué dices'. Yo estaba indefenso, empezó a agredirme hasta que los porteros y el taxista lo agarraron" ha contado en el programa de Sonsoles Ónega.
Una versión en la que se ha reafirmado con firmeza ante las cámaras de Europa Press: "Es lo que ha pasado. Yo tengo un parte de lesiones y me veis". "Es surrealista porque nunca me esperaba esto, no me lo esperaba" ha reconocido cuando le hemos preguntado por la actitud de Jacobo, que a fin de cuentas es su hermano.
"Yo no vi a Mari Ángeles. A quien le cabe en la cabeza que voy a entrar en un sitio lleno de gente y voy a montar un escándalo en los tiempos que vivimos, es impensable" ha sentenciado rotundo, acusando a la viuda de su padre de mentir. "Yo no le dije nada. Yo estaba metido dentro y no vi a ninguno de los dos" insiste, negando así que agarrase a la doctora o la amenazase como se ha dicho.
Sin embargo, y aunque no duda en tachar a su hermano de ser "muy agresivo" -de hecho afirma que su padre estuvo hospitalizado tres meses después de que Jacobo le agrediese y le tirase por las escaleras de su casa- Jaime confiesa que no sintió miedo, sino "tristeza" por haber llegado a este punto con su propio hermano, convencido que de seguir vivo su padre "estaría muy triste también".
