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Groenlandia celebra elecciones ante la atención global tras las palabras de Trump

Tras insistir en hacerse con el control de esta región autónoma de Dinamarca, la mayor isla del planeta, que desde hace décadas aspira a lograr su independencia

  • Groenlandia. -

Las elecciones de este martes en Groenlandia transcurren en medio de una inusual atención mundial después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya insistido en hacerse con el control de esta región autónoma de Dinamarca, la mayor isla del planeta, que desde hace décadas aspira a lograr su independencia.

A pesar de las cada vez mayores reivindicaciones soberanistas, en otro momento, estas elecciones no contarían con mucha más atención que la suscitada en el propio territorio y en Dinamarca, pero el agitado regreso del presidente Trump a la Casa Blanca también ha sido de todo menos normal.

Sus reclamaciones del territorio, jaleado, sin duda, por su posición geoestratégica en el Ártico y riqueza en recursos naturales, han puesto los ojos del mundo en unas elecciones en las que unas 41.000 personas están registradas para designar a los 31 representantes de una isla que sigue siendo en gran parte inhabitable y donde el 80 por ciento de su extensión está bajo hielo perpetuo.

"Como dejé claro durante mi discurso ante el Congreso, Estados Unidos apoya firmemente el derecho del pueblo de Groenlandia a determinar su propio futuro", ha escrito en las últimas horas Trump en Truth Social. Sin embargo, las aspiraciones de los groenlandeses están lejos de las que él tiene planeado para ellos.

"Estamos dispuestos a invertir miles de millones de dólares para crear nuevos puestos de trabajo y hacerles ricos. Y, si así lo desean, les damos la bienvenida a formar parte de la nación más grande del mundo: los Estados Unidos de América", ha invitado.

Trump, que ya presentó durante su primer mandato una oferta a Dinamarca para comprar Groenlandia, ha asegurado que Estados Unidos seguirá velando por la seguridad de la isla, donde cuenta desde la década de los 50 con la base espacial Pituffik, situada en el noroeste insular.

Sin embargo, 'Groenlandia no está en venta' es una de las frases que más se han repetido tanto en Groenlandia como en Dinamarca, aunque con motivaciones diferentes, desde que Trump haya estado anunciando que se haría con el control de la isla "de una forma u otra".

El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, ha lamentado en una última entrevista para la televisión pública danesa que la "imprevisibilidad" de Trump está afectando a "varios frentes" globales y ha asegurado que tras esta insistencia por hacerse con el control de la isla no desean ese acercamiento con Estados Unidos como hubieran querido en otras circunstancias normales.

INDEPENDENCIA: DE NUEVO TEMA CENTRAL DE LAS ELECCIONES

Egede lidera la coalición de la izquierda independentista que gobierna Groenlandia desde 2021 y es favorito para revalidar el cargo, según unas encuestas que también mostran un caída de los apoyos. Su partido, Ataqatigiit inuit, lograría el 31 por ciento de los votos, nueve puntos más que su socio de gobierno, Siumut.

Esos mismos sondeos han reflejado un aumento de los partidos de la oposición, entre ellos Naleraq, también independentista, partidario de estrechar vínculos con Estados Unidos y que esta ocasión tendrá como candidata a la 'influencer' Qupanuk Olsen, Demócratas y Atassut, ambas formaciones de corte unionista.

Los groenlandeses votaron abrumadoramente a favor del autogobierno en un referéndum en 2009, que también estableció una vía hacia la independencia, que será nuevamente el tema central de estas elecciones.

La mayoría de los groenlandeses son partidarios de despojarse del control de Dinamarca, que decide en política monetaria, de defensa y exteriores, si bien no saben cómo y cuándo, puesto que Copenhague aporta más de la mitad del presupuesto de Groenlandia para cubrir los servicios básicos de empleo, salud y educación.

En ese sentido, los movimientos soberanistas confían en disponer de esos fondos para sufragar los gastos de un futuro Estado a través de los beneficios de la explotación de los recursos naturales, como las tierras raras de las que disponen, ocultas bajo el hielo, o los yacimientos petrolíferos aún sin aprovechar del todo, pero para ello necesitan la participación de intereses extranjeros.

No obstante, bajo qué términos y condiciones se desarrollaría está relación es también un importante tema de debate dentro de la pequeña sociedad groenlandesa, cuyos 56.000 habitantes son en su gran mayoría indígenas inuit, debido a sus estrechos vínculos con la naturaleza.

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