Primera visita del Rey Juan Carlos a España en lo que llevamos de 2025 coincidiendo con la polvareda que han levantado las demandas que ha interpuesto recientemente contra el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla, y la que fuera su 'amiga entrañable' Corinna Larsen para defender su derecho al honor tras las declaraciones "injuriosas" y "difamatorias" que habrían realizado en diferentes medios de comunicación sobre él.
Tras disfrutar de la Semana Santa lejos de nuestro país -se comenta que habría recibido la visita de sus hijas las infantas Elena y Cristina en Abu Dabi, aunque según 'Vanitatis' habría viajado con su hija mayor y con su biógrafa Laurence Debray a Tánger- el Emérito ha aterrizado con su avión privado en el aeropuerto de Vigo este martes por la tarde y, como ha hecho en sus anteriores visitas, se ha desplazado sin tiempo que perder a la casa de su gran amigo Pedro Campos, que una vez convertirá en su cuartel general durante los días que permanezca en Sanxenxo.
A pesar de que se ha especulado que a sus 87 años tendría cada vez más problemas de movilidad, la intención de Don Juan Carlos es entrenar estos días con su tripulación al timón de 'El Bribón' y el fin de semana participar en las regatas que se celebrarán en el Club Náutico de la localidad pontevedresa.
Y aunque en el aeropuerto tan solo se le ha podido ver a decenas de metros de distancia, a su llegada a la casa de Pedro Campos se ha mostrado sonriente y tranquilo, y no ha dudado en saludar con la mano a los numerosos medios de comunicación congregados a las puertas para captar sus primeras imágenes en España tras las demandas que ha presentado contra Revilla y Corinna, y a las que se podrían sumar más en los próximos días, puesto que como ha deslizado su entorno la intención del Emérito es limpiar su imagen coincidiendo con el 50º aniversario de su coronación -que se celebra este 2025- y que su legado no se vea manchado por los escándalos que ha protagonizado en los últimos años.
Un asunto sobre el que no ha hecho ninguna declaración, evitando bajar la ventanilla del vehículo como en otras visitas, y accediendo a la residencia del armador de 'El Bribón' tras saludar brevemente a las cámaras.
