El cardenal Cristóbal López Romero, salesiano nacido en Vélez-Rubio (Almería) y actual arzobispo de Rabat (Marruecos), se ha convertido en una de las figuras destacadas del cónclave que elegirá al próximo Papa tras el fallecimiento de Francisco. Como uno de los 133 cardenales con derecho a voto, ha despejado cualquier especulación sobre su papel en este proceso: "No me siento ni muchísimo menos a la altura ni preparado".
En una entrevista concedida a Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, López Romero ha subrayado que no corresponde actuar movido por ambiciones personales. "No deberíamos mover un dedo para realizar una determinada función dentro de la Iglesia", ha afirmado desde Roma, donde participa en las congregaciones previas junto al resto de cardenales.
El arzobispo ha explicado que llegó el martes por la mañana a la capital italiana tras viajar durante toda la noche desde Rabat. Desde entonces, ha tomado parte en los encuentros preparatorios que se celebran antes del inicio formal del cónclave. "Lo que hacemos ahora son reuniones previas llamadas congregaciones en las que participan todos los cardenales que están y que quieren, pero ya en el cónclave solamente seríamos los de menos de 80 años", ha detallado.
Preguntado por el perfil que debería tener el próximo pontífice, López Romero ha asegurado que "la voz que necesita la Iglesia es la de Cristo". En su opinión, el futuro Papa debe profundizar en las líneas impulsadas por Francisco, pero no por fidelidad personal a su figura, sino porque "son evangélicas" y beben "de la tradición más prístina y genuina de la Iglesia".
Ha defendido que la institución eclesiástica debe ser "misionera o no será la Iglesia de Jesucristo" y ha subrayado que el Papa debe ser "el primer misionero". A su juicio, "los cristianos muchas veces nos hemos quedado instalados en nuestra zona de confort" y es necesario un pontífice que impulse "una misión que te empuje a salir de ti mismo".
El cardenal egetano también ha alertado sobre la pérdida de los consensos internacionales alcanzados tras la Segunda Guerra Mundial. Ha pedido que el nuevo Papa sea una voz "profética" que "denuncie las políticas homófobas", "las políticas armamentísticas" y que promueva "la fraternidad universal" como vía para avanzar hacia "una desaparición de la guerra y del armamentismo".
Sobre las comentarios que giran en torno a su nombre y al de otros posibles papables, el arzobispo de Rabat ha mostrado cautela. "Forma parte de las especulaciones mediáticas. Yo soy periodista también y entiendo que se publiquen ese tipo de cosas, pero no hay que hacerles demasiado caso", ha afirmado, y ha recordado el dicho vaticano de que "el que entra Papa, sale cardenal".
En cuanto al calendario, ha señalado que el funeral será el sábado y que después comenzarán los nueve días de duelo con una misa diaria presidida por un cardenal distinto. "Durante esos días seguiremos reuniéndonos, y ese será el momento de conocernos y poner en común nuestras visiones", ha señalado.
López Romero ha explicado que una vez dentro del cónclave, el ritmo será más acelerado. "Se hacen dos votaciones por la mañana y dos por la tarde. No es que haya mucho tiempo para discusiones", ha comentado, y ha reconocido que esta será su "primera y probablemente última participación en un proceso de este tipo".
Preguntado por la edad ideal del próximo Papa, ha apuntado que "la lógica humana" sugiere elegir a alguien "entre los 60 y 70 años". Con 72 recién cumplidos, ha insistido de nuevo en que no se ve como candidato al papado.