Cuatro claves para mantener tu cerebro sano y en forma con el paso de los años

Publicado: 02/05/2025
Los especialistas insisten en dejar atrás ideas como la “demencia senil”, que normaliza el deterioro cognitivo
Cómo podemos cuidar de nuestro cerebro es una de las preguntas más frecuentes en las consultas médicas, según los doctores: "¿Qué puedo hacer para mejorar mi memoria?", "¿Existen suplementos que realmente funcionan?" o "Si mi padre tiene Alzheimer, ¿puedo prevenirlo?". Aunque no existe una fórmula mágica, la ciencia trabaja continuamente en estrategias para prolongar la calidad de vida en una sociedad que, poco a poco, vive más años y, con ello, se expone a enfermedades neurodegenerativas.

El paso del tiempo no solo afecta a nuestras capacidades físicas, también a nuestra agilidad mental, la capacidad de procesar nueva información o la velocidad con la que tomamos decisiones. Por ello, los especialistas insisten en dejar atrás ideas como la “demencia senil” —que normaliza el deterioro cognitivo— y apostar por un concepto más positivo: el envejecimiento exitoso.

Cuatro claves para mantener un cerebro sano

Aunque no podemos detener el envejecimiento, sí es posible cuidar nuestro cerebro con hábitos que han demostrado ser beneficiosos a largo plazo.

Ejercicio físico: Moverse con regularidad es una de las mejores formas de oxigenar el cerebro. Actividades de bajo impacto, como la natación, son ideales para quienes tienen problemas articulares, pero cualquier ejercicio que se adapte a las preferencias de cada persona puede ayudar a mantener una buena salud cerebral.

Ejercicio mental activo: Se trata de desafiar al cerebro con actividades que requieran pensar, analizar y crear estrategias. Juegos como el ajedrez, aprender un nuevo idioma o desarrollar una nueva habilidad son ejemplos efectivos para mantener la mente “en forma”. Al igual que un músculo, el cerebro también necesita ejercitarse para mantenerse fuerte.

Socializar: El ser humano es social por naturaleza, mantener conversaciones, participar en actividades grupales o simplemente sentirse parte de una comunidad ayuda a que las neuronas se mantengan activas. Una muestra perfecta fue la pandemia de la Covid-19, que evidenció los efectos negativos que el aislamiento puede tener en la salud cognitiva.

Cuidado de la salud general: Controlar factores como la glucosa, la presión arterial, mantener una buena alimentación e hidratación son esenciales para que el cerebro funcione de la mejor manera posible. Un cuerpo sano contribuye directamente a un cerebro más resistente frente al deterioro asociado a la edad.

El objetivo de incorporar estos hábitos no es detener el tiempo ni garantizar un cerebro de veinte años para siempre, sino lograr que, con el paso de los años, podamos mantener nuestra independencia y funcionalidad.

 

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