El pasado 24 de abril Adriana Dorronsoro soltaba la bomba en 'Vamos a ver', asegurando por fuentes cercanas que Gerard Piqué y Clara Chía habían roto su relación después de casi tres años juntos, dejando entrever que podrían existir terceras personas en su ruptura.
Una información que coincidía con unas imágenes el ex de Shakira acompañado por una pelirroja en una heladería durante su último viaje a Miami para ver a sus hijos Milan y Sasha, y a la que seguían especulaciones como que la familia de la joven nunca habría llegado a aceptar al exfutbolista, o que a ella le gustaría avanzar en su historia de amor y formalizarla teniendo un hijo en común, pero el exculé se habría negado, pidiéndole tiempo tras su polémica separación de la cantante colombiana.
Sin tiempo que perder, y a pesar de lo celosos que son con su vida privada y con su relación sentimental, Gerard y Clara desmentían su ruptura por partida doble; por un lado, a través de su entorno, que dejaba claro que de crisis nada y que seguían tan enamorados como el primer día. Y por otro, reapareciendo juntos a las puertas del domicilio del exjugador en Barcelona, en el que siguen viviendo juntos.
Aunque la pareja continúa con su día a día haciendo oídos sordos a los rumores que rodean a su noviazgo, lo cierto es que una fuente cercana al catalán ha confesado que está muy molesto y cansado de los bulos que circulan sobre su relación, puesto que ponen en el foco a Chía cuando ella prefiere mantenerse en un discreto segundo plano y nunca ha buscado notoriedad.
Sin embargo, hay una norma que Piqué no piensa romper a pesar de que los "bulos" les han pasado factura en las últimas semanas, y es su firme decisión de no hablar con la prensa ni responder a ninguna pregunta relacionada con su intimidad. En esta ocasión sin la compañía de Clara, el exfutbolista ha abandonado su domicilio en coche pendiente de su teléfono y sin responder a los rumores de crisis q les han perseguido en las últimas semanas. Minutos después volvía al lugar para reencontrarse con su novia haciendo oídos sordos a las preguntas sobre su relación.