El
Barrio León vivió este fin de semana una jornada cargada de emoción con el regreso al culto de la
Virgen del Rosario, titular letífica de la
hermandad del mismo nombre. La imagen, esculpida por
Luis Álvarez Duarte en los años ochenta, ha sido sometida a una cuidada
restauración que ha devuelto su aspecto original.
El trabajo, realizado por el
conservador-restaurador Darío Ojeda, ha incluido un exhaustivo estudio técnico previo mediante análisis con
luz ultravioleta,
radiografías y tomas de muestras, para garantizar un tratamiento preciso sobre el soporte de madera y la policromía. También se ha intervenido la talla del
Niño Jesús que acompaña a la Virgen.
Uno de los principales cambios ha sido la sustitución del antiguo
candelero por uno nuevo de
madera de cedro, elaborado por el
carpintero Enrique Gonzálvez. Además, se han reparado
grietas estructurales y sustituido
elementos metálicos deteriorados por piezas de
acero inoxidable.
En el ámbito estético, la restauración ha respetado escrupulosamente la
policromía original. Se ha limpiado la suciedad acumulada, eliminado
repintes no originales y reintegrado las pérdidas de color con técnicas
miméticas. Como toque final, se han colocado
nuevas pestañas de pelo natural a ambas figuras, una labor realizada por el
imaginero Esteban Sánchez Rosado.
La Virgen del Rosario fue retirada del culto en
diciembre y no se intervenía desde el año
2013. Presentaba un estado de conservación comprometido, tanto en la estructura como en el acabado pictórico, problemas que ya han sido completamente subsanados. Con esta actuación, el
Tardón recupera una de sus
devociones más queridas, ahora con todo su esplendor.