Desde el Cónclave de 2005, para poder distinguir mejor el color de las 'fumatas' que indican el resultado positivo o negativo de los escrutinios del nuevo Pontífice, se utiliza un aparato auxiliar, instalado al lado de la estufa, con fumógenos además de la estufa tradicional donde se queman las papeletas de las votaciones, como explicó el Vaticano ese año.
Así, para conseguir el color negro de la 'fumata', la composición química de los fumógenos es perclorato de potasio, antraceno y azufre y para la blanca se usa clorato de potasio, lactosa y colofonia. La colofonia, llamada también 'pez de Castilla', es una resina natural de color ámbar obtenida de las coníferas. Antes, para producir el color negro se usaba el nerohumo o la brea, y para el blanco, paja mojada.
Las chimeneas de la estufa y del aparato auxiliar se unen en un único conducto que desde el interior de la Capilla Sixtina desemboca cerca de la cumbrera de la cobertura del edificio. Para mejorar el tiro, las chimeneas se calientan con una resistencia eléctrica. Además tienen un ventilador de reserva.
El pasado 2 de mayo, el Vaticano instaló la chimenea que anunciará desde la parte superior de la Capilla Sixtina el que será el sucesor del Papa Francisco, elegido por un total de 133 cardenales menores de 80 años que participarán en el cónclave para elegir al 267º sucesor de Pedro.
La Santa Sede ha indicado que habrá dos votaciones por la mañana y dos por la tarde (en total, cuatro), con 'fumatas' al final de la mañana y de la tarde, a menos que la elección se produzca antes de lo previsto, en cuyo caso el proceso se adelantaría.