El fuego quemó 5.819,86 hectáreas (ha) hasta el 31 de marzo de 2025, un 41,3% menos que en 2024 --cuando ardieron 9.901,05 ha-- y un 67,3% menos que la media de los últimos diez años, con un promedio de 17.775 ha quemadas desde el 1 de enero hasta el 31 de marzo, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) recogidos por Europa Press.
Estas cifras sitúan al 2024 como el tercer año con menos hectáreas calcinadas hasta el momento en la última década, sólo superado por 2015 --cuando se quemaron 5.901,36 ha-- y 2018, cuando apenas ardieron 4.717,76 ha hasta ese momento. Eso sí, está bastante lejos de los números de 2023, cuando para el 31 de marzo ya se habían quemado 46.693,93 ha.
En cuanto al tipo de siniestro, el Ministerio ha informado de que hubo un total de 1.071 siniestros, de los cuales 595 fueron conatos (es decir, afectaron a menos de una hectárea). En este punto del año, todavía no ha habido ningún gran incendio, de los que afectan a más de 500.
Los datos concluyen con que el 63,77% de los siniestros se han producido en el noroeste; el 10,92%, en el Mediterráneo; el 24,65%, en las comunidades interiores; y el 0,65%, en Canarias. Por otra parte, el 86,86% de la superficie arbolada afectada se ha registrado en el noroeste; el 3,21%, en el Mediterráneo; y el 9,93% en las comunidades interiores.
Además, la mayor parte de la superficie arbolada afectada --el 94,12%-- se ha encontrado en el noroeste; el 1%, en el Mediterráneo; y el 4,88%, en las comunidades interiores. Por último, por tipo de vegetación, han ardido 321,58 ha de superficie arbolada; 4.475,94 ha de superficie matorral y monte abierto; y 1.022,34 ha de pastos y dehesas.